El viernes 10 de julio un nuevo moañés se convirtió en millonario. Y es que en el despacho de lotería ubicado en el céntrico Bar Pósito, en la Cofradía de Pescadores, un cliente selló un boleto que resultó ganador en el sorteo del Euromillones, premiado con 40,9 millones de euros. Desde entonces se suceden los rumores pero nadie conoce, oficialmente, la identidad del nuevo millonario. La responsable del establecimiento, María Jesús Verde, asegura desconocer el nombre del premiado. "Aquí no vino nadie a darnos un pellizco", indica. Eso sí, reconoce que desde aquella jornada son más los que se animan a tentar a la suerte. "Vendemos más. No fue una subida muy grande, excepto la primera semana, pero sí que se nota. Tanto en el Euromillones como en el resto de sorteos", señala Verde.
Ayer por la mañana se sucedían los compradores, que, junto a los clientes del bar, seguían especulando sobre la identidad del ganador. "A min o único que me tocou foi pagar a Contribución", explicaba con humor un cliente. "O que gañou, se é de Moaña, sabe ben o que fai, porque non se nota de ninguén que comprase un coche de luxo ou fixese algún gasto excesivo", concluye.
No faltan las teorías que apuntan a un comprador de fuera. "Eu teño catro fillos. Se me tocará, eles seguro que vivían mellor, por iso se ía notar", opina Pilar Bernárdez. Por ello, opina que pudo ser algún turista "ou algún vendedor da feira ambulante", que se instala los sábados en el entorno del establecimiento.
Tampoco faltan las voces que señalan en dirección al País Vasco. Y es que el 5 de julio muchos ciudadanos de esa comunidad habían visitado la villa moañesa para presenciar la regata de la Liga ACT de remo. Eso sí, el consenso general en ese punto es que todos desean que el premiado sea un vecino de Moaña.
"No tengo ni idea de a quién le pudo tocar, pero aquí me llegan rumores de todo tipo. En cada barrio parece que tienen a un candidato distinto. Me dicen que tocó en Abelendo, en Berducedo a un vecino de Cangas..." relata la vendedora de lotería. Indica también que todo el mundo le pregunta por la identidad del afortunado "e incluso me paran por la calle para saber si me había enterado de algo".
Está convencida de que "no vamos a saber nada", pero recuerda que hace más de una década en el mismo despacho repartieron un premio "de unos 360 millones de pesetas" y descubrieron quién había sido el afortunado varios meses después, cuando todo se relajó.
Los clientes del Bar Pósito debaten también qué hacer con tanto dinero. "Volveste tolo con tantos cartos, chegaríame con 1 millón", dice una vecina que asegura invertir en juegos de azar lo mismo que antes, "uns tres euros á semana". Lo mismo le ocurre a Pucho Nogueira, un vecino de la zona que sigue "xogando á peña do propio bar".
Las especulaciones y rumores seguirán creciendo, sin duda, en las próximas semanas. "Pensamos nun amigo, que se marchara para Portugal tres días, pero non fora el", recuerda Nogueira.
