Con 71 años y todavía trabajando en la Asociación de Mariscadoras de Moaña, la expresidenta del colectivo Alicia Rodríguez Pérez (1943) merecía un reconocimiento a la altura de su esfuerzo diario. Lo obtuvo ayer en el más lujoso de los espacios, el Palacio Real. En el Salón de las Columnas y justo cuando se cumple un año de su proclamación como Rey, Felipe VI, acompañado de Doña Letizia, le otorgó la Orden del Mérito Civil.

Junto a la mariscadora, el Monarca impuso el galardón a otros 37 "ciudadanos anónimos" de todos los ámbitos, desde trabajadores a empresarios. Entre los condecorados había abogados, médicos, científicos, ingenieros, arquitectos, académicos, agricultores, cooperantes o inmigrantes. Entre ellos, y con un lugar destacado, se encontraba la mariscadora de Moaña, de la que la Casa Real destaca su carácter de "trabajadora infatigable durante toda una vida en la que, con tenacidad y claridad de ideas, ha contribuido decisivamente a la dignificación y la consideración profesional de la actividad mariscadora". También hace especial hincapié en la aportación de Rodríguez para lograr la igualación profesional de las mujeres y los hombres del mar.

"Vosotros sois los que hacéis grande a España", expresó Felipe VI en el acto. Ensalzó la "ejemplaridad cívica" de los condecorados "como uno de los pilares de la convivencia entre españoles". Valoró que todos ellos formasen un "grupo representativo de la realidad cotidiana" del país. Tuvo palabras también para los representantes institucionales de España para que "aspiren al respeto y merezcan la confianza de los ciudadanos, lo que es también una obligación de todas las autoridades públicas".

Tras el discurso en el que el Rey ensalzó la "defensa de los valores constitucionales", leyó uno por uno el currículo de cada condecorado. Los reconocidos se ponían de pie al oír su nombre y se dirigían hacia los monarcas para recibir la medalla. Alicia Rodríguez viajó con dos de sus hijas y con la actual presidenta de las mariscadoras, María Dolores Álvarez Cancelas.

Mantuvo unas breves palabras con Felipe VI "que valoró el trabajo de las mariscadoras gallegas", antes de recibir la Orden. "Me llamaron en el número 35", apunta Rodríguez, por lo que tuvo que esperar bastante en una sala llena de condecorados con sus familiares y amigos. "La Reina recordó que había trabajado en Galicia y que conocía el esfuerzo de las mariscadoras", explicaba tras el acto la condecorada.

Con 71 años y lejos de jubilarse, Rodríguez trabaja ahora en el control de marisco para el colectivo al que pertenece desde hace tantos años. "Había gente de todos los ámbitos, hasta grandes científicos", recordaba. Conocía bien el protocolo a seguir ayer por la mañana. No en vano habían realizado un ensayo general la tarde del jueves. Sin embargo, al acabar la imposición de medallas "pasamos a otra sala en la que había unos pinchos". Fue entonces en donde el ambiente se relajó más y conoció a los Reyes "más cercanos".