La agrupación Cáritas de Cangas ha iniciado una nueva etapa con relevo en la presidencia, que ha asumido Fina Rial Mariño, y con nuevo local debido a las malas condiciones del inmueble de la calle Enseñanza, en donde la falta de espacio y los problemas de humedad lo hacían inservible. La ropa y la comida que esta agrupación, dedicada a la beneficiencia, almacenaba en las dependencias de la calle Enseñanza se llegaba a estropear por los problemas de humedad, y las familias que acudían los miércoles en busca de alimentos tenían que hacer cola en el exterior, en una imagen poco digna para al sociedad actual.

Por todo ello, y con la colaboració del nuevo párroco de Cangas, Severo Lobato, la agrupación decidió buscar un nuevo local y encontró uno grande y luminoso en la avenida de Vigo, 63, que las personas voluntarias que integran el colectivo han ido acondicionando con el apoyo de donaciones de particulares y empresas. El lunes estará el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, para la inauguración de esta nueva sede, acompañado por el párroco, que ha sido parte activa en esta nueva etapa de la agrupación.

Cáritas atiende en estos momentos a 54 familias y 173 personas a mayores, asegura la presidenta, Fina Rial, que reconoce que a esta cifra habría que añadir un colectivo grande de niños. Asegura que entre las familias que atienden hay alguna con cinco hijos, muchas de ellas de origen marroquí en situaciones dramáticas. También asegura que hay mucha juventud de Cangas, padres separados con hijos: "Cuando ves tantos casos, lo que piensas es que somos unos privilegiados por poder ayudar", asegura la presidenta que se siente muy satisfecha con la colaboración de los vecinos. Asegura que con un albañil en paro y con la ayuda de empresas pudieron arreglar el local, que antes era un taller de cambio de cristales de coches. Gestionaron pintura con el establecimiento Hernández; Frigoríficos les donó una nevera, el establecimiento Ángel Villar, una ducha; Impernosa más pintura; Perado y Pereira se comrpometió con una mapara y el antiguo propietario de Enchufe, entregó el material de alicatado.

Además de alimentos y ropa, Cáritas también ha empezado a ofrecer en el nuevo local clases para aprender a leer y escribir, que imparte una voluntaria y en las que ya están inscritas cinco mujeres marroquíes. Otra voluntaria también ha empezado clases de calceta, con cuatro mujeres, la mayor parte de ellas también de origen magrebí pero una canguesa.

Fina Rial asegura que ella nunca tuvo como reto asumir la presidencia de Cáritas, por falta de tiempo para poder dedicar, ya que asegura que trabaja por las mañanas y que tiene las tardes ocupadas con su familia. Sin embargo los integrantes de la agrupación le insistieron cuando la anterior presidenta Pepita Curra, tuvo que dejarlo.