La tala de árboles que llevó a cabo la Comunidad de Montes de Domaio en las últimas semanas en la ladera sobre la playa de A Borna, sigue generando polémica. A las críticas anteriores por la limpieza total del arbolado que antes daba sombra en la playa, se suman ahora las críticas por los restos del desbroce que esta semana realizó la Comunidad de Montes y que dejó sobre la arena, rodeado de cintas, y ocupando parte de un arenal que ya es de reducidas dimensiones como para estar ocupado por restos vegetales de desbroce.
Usuarios habituales de esta playa recuerdan también la necesidad de que se instale una barandilla de protección en la carretera de baja a la playa desde la PO-551, que ha quedado muy peligrosa después de la tala. Los árboles hacían antes de barrera natural para los coches sobre una ladera de bastantes metros de altura. "El peligro de que pueda caer un coche ahora es mucho mayor, con el riesgo también para la gente que pudiera estar disfrutando de la playa".
Estos usuarios no entienden el sentido de esta tala tan agresiva, aunque los comuneros argumenten que fue para cambiar el eucalipto por especies autóctonas. Creen que se debió de realizar de forma progresiva para no dejar este entorno, muy frecuentado en verano, en el actual estado, con una imagen desértica. Quizás también dicen que se debió de esperar a otra época, no en plena temporada de primavera, con los termómetros con temperaturas veraniegas y la gente en las playas.
La Asociación de vecinos de Domaio ya había trasladado al Concello la necesidad de instalar la barandilla.
