Hace unos días, cuando ya la felicitaban por su próximo centenario, Catalina Puig corregía a su interlocutor y advertía que sería centenaria "si llego al día 24 de abril". Ayer fue 24 de abril y Catalina Puig llegó, por lo que ya es oficialmente centenaria. Esta antigua maestra celebró en su casa de la Avenida Montero Ríos junto a su familia esta fecha tan señalada y recibió algunas visitas especiales, como la de una delegación municipal encabezada por el alcalde, Félix Juncal, que le obsequió con un ramo de flores. "En realidade o regalo é o que nos fai ela a nós posto que é moi importante para unha sociedade contar con xente que comparta as súas experiencias", apuntaba el mandatario municipal.
Y es que a pesar de las lógicas dificultades de la edad Catalina Puig se vale por sí misma para muchas tareas y conserva una gran memoria. Tanto que fue capaz de contarle algunas anécdotas al alcalde sobre su época de maestra en A Portela y Meiro, donde llegó a tener como alumna a una tía de Juncal.
Catalina Puig nació en 1915 en la parroquia de Beluso y su apellido se debe a que su padre era catalán y llegó a Bueu durante aquellos años para trabajar como encargado en la fábrica de los Massó. En su juventud pudo estudiar en Pontevedra y aprobó las oposiciones de Magisterio antes de la Guerra Civil, aunque un incendio calcinó aquellas notas. La enseñanza fue su gran vocación y trabajó como maestra hasta que se casó y tuvo a sus hijos. Catalina aún recibirá hoy un segundo regalo puesto que es una de las personas homenajeadas por la Asociación Alfombras Corpus de Bueu en la clausura de las jornadas que se celebran en el Centro Social do Mar porque fue una de las personas que comenzó con esta tradición en Bueu.
