La habitual estampa de todos los veranos regresó ayer a O Morrazo. El buen tiempo y la festividad de Santiago provocó llenos en las playas de la comarca y retenciones en los accesos, con especial incidencia tanto en el Corredor como en los viales secundarios e incluso en la autopista AP-9, principalmente en el puente de Rande. Las colas y el intenso tráfico fueron una constante tanto a media mañana como a última hora de la tarde, cuando la gran mayoría de los visitantes emprendían el viaje de retorno a casa.

La meteorología manda, y después de un invierno muy crudo y de un verano que hasta el momento no ha dejado demasiados días de calor, la llegada del sol tuvo un importante efecto llamada en una jornada festiva en Galicia. De este modo, desde las 11 de la mañana la intensidad de la circulación se hacía sentir. Ya antes de llegar al puente de Rande en la AP-9 había retenciones con un tráfico muy lento hasta la salida a O Morrazo. Algo más tarde las caravanas se formaban desde antes del túnel situado en las proximidades de la salida al vial del aeropuerto. Las colas volvían a repetirse en el Corredor. Las retenciones se concentraban a la altura de la salida de Domaio y después el tráfico era lento aunque relativamente fluido. Los problemas se generaban en la confluencia de la vía de alta capacidad con la PO-315 y posteriormente se extendía a los accesos a las playas. Puntos negros como el cruce de Vilariño (O Hío) generaban atascos a la hora de dar salida a todos los coches que pretendían llegar a los arenales cangueses.

Casi 30 grados

Ya en las playas, con los termómetros frisando los 30 grados y la temperatura del agua en unos niveles más agradables de lo que es habitual, la afluencia de gente se disparaba. Arenales como Areabrava, Castiñeiras, Liméns o Agrelo, entre muchos otros, colgaban el metafórico cartel de no hay billetes. Con una jornada más que agradable, la salida de vehículos fue bastante escalonada, lo que contribuyó a que la circulación fuese relativamente fluida tanto en la PO-551 como en el Corredor. Desde las ocho de la tarde comenzaron a desfilar los vehículos y hasta pasadas las nueve y media de la noche no hubo demasiados problemas para circular por los viales comarcales.

A ello contribuyó el hecho de que muchos de los visitantes se quedaron en la comarca en sus segundas residencias para aprovechar el largo fin de semana, en el que la previsión es que continúe el buen tiempo. Otros, en cambio, acudieron al centro de los tres municipios, Cangas, Moaña y Bueu, para cenar y disfrutar de las terrazas antes de coger de nuevo el coche. Así, en Cangas el tráfico era muy intenso en el casco urbano, mientras que en Moaña la celebración del Festival Intercéltico hizo que buena parte de los visitantes que había pasado la jornada en la comarca en los alrededores se quedase allí para disfrutar de la música de SeisPorOito y de Luar na Lubre.