La calidad está garantizada hasta tal punto que los miembros del jurado no quisieron concretar los nombres de los premiados hasta visitar personalmente media docena de locales que tienen opción de ganar el certamen. "Antes de tomar una decisión definitiva, queremos conocer el servicio in situ y las características de las tapas que se ofrecerán a los clientes, corroborar que guardan la esencia de las que se sirven al jurado", señalan sus miembros, que además del sabor apuestan por la calidad del producto, su cercanía al consumidor o la capacidad e imaginación a la hora de presentarlo, ya que la cocina "se degusta con todos los sentidos". En el caso de la Feira de Tapa de Cangas, además, se ofrecen estas delicias al modesto precio de 1,5 euros, por lo que no hace falta ser economista para aventurar la dificultad añadida de ofrecer calidad con tan escaso presupuesto.

"Rincha escabechada sobre tosta do país", "Crujiente de millo con caviar de berenjena y caballa ahumada", "Vieira salteada al albariño", "El salpicón de la abuela", "Delicias de mar", "Tosta de solomillo agridulce", "Tatamí de atún perfumado con lingoxos", "Solombo de porco con grelos confitados e mollo de ostras", "Verano ruso", "Txalupa", "El sabor del color", "Kushiages de langostino", "Nao Santa María", "Strogonof de ternera gallega", "Vieira O´ Tombiño", "Cupcake de bacon, crema de queixo e salmón", "Xurelo surfeiro", "Tinta de mar", "Carrillera ibérica", "Martiño de primavera" o "Tartaleta de cangrejo con melocotón" son sólo algunas de las sugerentes propuestas para los 10 días del certamen. Entre las 43 especialidades, algunas son dignas de figurar en restaurantes con estrella Michelín sin que ningún verdadero experto lo considere un exceso. Otras son más modestas, pero a ninguna le falta la entrega de sus creadores y los ingredientes mínimos que se le exigen a un buen cocinero o cocinera: pasión por el trabajo, honestidad en la propuesta, respeto por el comensal e interés por mejorar, que se constata en cada nueva edición.

En la maratoniana jornada de degustación algunos cocineros optaron por traer sus creaciones ya elaboradas y otros prefirieron hacerlo in situ, en los fogones habilitados por los organizadores en la planta superior del mercado, mientras la actividad de pescantinas, carniceros, fruteras y vendedores de diferentes productos frescos estaba en plena ebullición. La idea de convertir la plaza de abastos en el epicentro oficial de este certamen va cogiendo forma desde que se realizó la reforma del tejado y mejoraron las condiciones de salubridad y estética en el interior. Además, la actividad culinaria va ligada directamente a estos proveedores que manejan productos del entorno y la actividad económica se retroalimenta, además del tránsito de clientes y la presentación pública de la feria de la tapa, llamada así, según defienden algunos estudiosos, porque se empezó a utilizar en tiempos del rey Alfonso X El Sabio para "tapar" la copa de vino -generalmente una loncha de jamón- y evitar que entraran en él los insectos que merodeaban junto a las caballerías. Su función ha cambiado sensiblemente con el tiempo y hoy se considera una delicia gastronómica de primer nivel.

Podio de honor

Los encargados de seleccionar la mejor tapa son el gastrónomo, pintor y diseñador gráfico Miro Carballo; la concejala Berta Pérez; la redactora Cecilia Martínez; Iago González, representante de las bodegas coloboradoras, HGA; la hostelera y repostera del programa "Larpeiros" de la TVG, Merchi Rodal; y el periodista de FARO Gonzalo Martínez. Desde las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde degustaron 40 especialidades incluidas en el programa y que fueron presentando los hosteleros según un cronograma pactado con antelación. Para fijar prioridades puntuaron el producto, la elaboración y el sabor en una escala de 5 a 10 y las coincidencias son notables: Hay media docena de tapas que son de altísima calidad, y volverán a probarlas en los días de apertura al público antes de concretar el competidísimo podio de honor.