No tienen dudas José Castro a la hora de elegir su mejor recuerdo en su etapa en la corporación. "Todos los años los dos actos que me emocionan son el Día Internacional da Muller Traballadora y el Día contra a Violencia de Xénero. Me emocioné en todos ellos y estoy convencido de que los echaré de menos", asegura. Para el peor recuerdo también elige un hecho que le tocó personalmente, el pleno en homenaje a Pablo Herbello. "Fue el día más triste, un día que nos tocó a todos, aunque hubo momentos duros como los de las trabajadoras de Alonso o las preferentes", afirma.

Reconoce que el principal cambio experimentado a lo largo de este tiempo ha sido en el carácter. "Ahora soy más prudente y no me encolerizo con facilidad. Gané en parsimonia, en escuchar más a las personas y en la prudencia. A nivel político pocos cambios hubo en mí", señala.