La nueva ubicación de las casetas para sacar en el muelle de Cangas los billetes de barco para viajar a las islas Cíes está levantando polémica. Portos de Galicia decidió hacer fijas las taquillas y adherirlas al exterior de la cafetería de la estación marítima de Cangas, tapando con estas infraestructuras las vistas del establecimiento hacia el muelle de pasajeros.

Afectados por la nueva ubicación aseguran que Portos de Galicia está cometiendo un error y despilfarrando dinero. En este sentido recuerdan que estas taquillas solo se utilizan durante tres meses en verano y una semana en Semana Santa, por lo que supone un despilfarro de dinero la nueva construcción que comenzó ya el jueves. Consideran que el mejor sitio es el lateral, ya que se dispone de más espacio e incluso están convencidos de que fue la primera opción que barajó Portos de Galicia, pero que por alguna razón cambió de opinión. Señalan que en el lateral dispondrían de más metros y que en el frente las taquillas se apiñan a lo largo de siete metros de longitud, donde se pierde intimidad total.

Guerra de navieras

Las navieras que operan en Cíes son cuatro: Mar de Ons, Nabia, Rías Gallegas y Bahía-Sub. El objetivo de las nuevas taquillas es despejar la entrada de la estación marítima de las casetas portátiles que se habían instalado y que había provocado una "guerra de casetas" entre las empresas. De hecho, las obras que empezaron esta semana son la solución que ofreció Portos para que no se instalen las casetas fuera de la estación marítima. Previamente se había descartado la posibilidad de instalar estas oficinas por la parte interior, con cinco divisiones a mayores. El proyecto inicial contemplaba una taquilla hacia el exterior para vender los billetes por la parte trasera, pero la estructura de la estación, de metal y cristal, no soportaría esta nuevas ventanas.

En el interior de la estación marítima solo se venden los billetes del servicio regular de transporte de ría de la compañía Mar de Ons. Portos de Galicia corre con todo el gasto de la adaptación.

El compromiso de Portos con el Concello había sido que las casetas estuvieran listas ya para Semana Santa.