El servicio de barco entre Vigo y varias playas de Cangas durante el verano tiene el beneplácito de la Dirección General de Costas, dispuesta a otorgar una concesión para explotarlo durante cuatro años, aunque los trámites necesarios para aprobarla -pliego de condiciones, exposición pública, concurso, presentación de ofertas, alegaciones...- retrasarían su puesta en marcha más allá del verano, por lo que el departamento estatal, a instancias del Concello, acepta autorizarlo provisionalmente "por un año, como prueba" para agilizar el asunto. El alcalde dice que la decisión, hasta ahora solo verbal, permitirá activar el servicio en junio, "siempre que haya alguna empresa interesada en hacerlo". Las invitaciones "a las cuatro navieras que operan en Cangas" se formalizarán previsiblemente a mediados de mayo, cuando se espera recibir el permiso por escrito de Costas.

El alcalde se muestra muy activo con este asunto en los últimos meses, tanto en los contactos con la administración, a la que insiste en "vender" los beneficios del transporte marítimo de pasajeros como alternativa del Corredor do Morrazo- como con el ámbito empresarial, y ayer volvió a visitar a la jefa provincial de Costas, Cristina Paz Curbera, para insistirle en la necesidad de agilizar los trámites y que dé tiempo a trabajar este verano. Aunque la idea oficial es llevarlo a las playas de Rodeira, Santa Marta y Nerga, la segunda escala está prácticamente descartada para este verano, ya que se considera la menos viable económicamente, tanto por el volumen de visitantes como por la inversión necesaria para acondicionar el terreno y habilitar los pantalanes de atraque. El Concello ya asume esa opción y espera que la puesta en marcha del servicio en Rodeira y Nerga sirva para confirmar su viabilidad técnica y económica, ampliando las escalas el próximo verano.

Las posibles candidatas a realizar el servicio son Mar de Ons, Rías Galegas, Nabia y Bahía Sub, pues son las únicas que actualmente trabajan en el municipio. José Enrique Sotelo reconoce que hay que ser "realistas" y las navieras necesitan una "experiencia piloto" para sondear el mercado y la viabilidad del servicio, ya que deberán realizar una inversión en torno a 300.000 euros y calcular si los van a rentabilizar. El "año de prueba" -en realidad sólo los tres meses de verano- servirían para trabajar ya con datos reales y conocer el grado de éxito de la iniciativa. ¿Y si la empresa que opere este año no es luego concesionaria cuando se saque a concurso? "Puede suceder, y en ese caso habrá que valorar la inversión que realice y ser indemnizada por la futura concesionaria", sostiene el regidor cangués.

A pesar de la proximidad del verano, Sotelo ve "opciones reales" de que la ruta marítima de pasajeros pueda funcionar en junio y argumenta que las ubicaciones elegidas y el uso de pantalanes flotantes prefabricados juegan a favor. En Nerga se ubicarían "en una zona fuera de la Red Natura y del área arqueológica para evitar problemas" y no depender de informes de los departamentos que los custodian, mientras en Rodeira se optaría por acondicionar sólo una parte del muelle, con los tres pilares en mejor estado, para ahorrar costes. El sí de Costas es verbal, y Paz Curbera volvió a respaldarlo ayer, aunque Sotelo admite que el documento definitivo deben remitirlo desde Madrid. Al día siguiente, insiste, trasladará el expediente a las cuatro navieras.