La creación de ese acceso desde la plaza pública Massó implicaría otro atractivo a la obra. La intención es que la nueva entrada sirva para reconstruir la antigua fachada de la fábrica conservera y que tenía frente a la calle Pazos Fontenla. Las piedras están numeradas y apiladas en la parcela municipal porque en principio se iban a emplear para el proyecto de la nave acristalada, una iniciativa que los problemas económicos también han dejado en una especie de limbo.