La única forma de evitar el uso de los aliviaderos es reducir lla carga o aporte de aguas pluviales a la red de saneamiento. Y eso según Aqualia es una acción "que excede las obligaciones y competencias de esta concesionaria". Las alternativas serían la ampliación de la red de recogida de pluviales o bien en casos puntuales de intensas lluvias deviar esos vertidos hacia cauces naturales. La empresa hace especial hincapié en la expresión "lluvias intensas" y para demostrar las condiciones meteorológicas del día de los hechos aporta una tabla de datos de MeteoGalicia y que incluye el nivel de precipitaciones registrado en la estación meteorológica de Ons. "Demuestra que fueron muy elevados, sobre todo en los días que el arquitecto municipal refiere que se produce el vertido en cuestión, que son el 6, 7 y 8 de enero", apunta.

Aqualia también pone en duda que el vertido realizado en esas fechas en la dársena del puerto fue de carácter contaminante, como se apunta en el expediente abierto por el Concello. Recalca que no se ha comprobado "el grado de la supuesta contaminación del agua vertida, por lo que debemos entender que tal calificación es una mera presunción", sentencia en su escrito de alegaciones.