La jornada dominical de ayer amaneció con buen tiempo, lo que provocó una nueva llegada masiva de visitantes a la comarca para disfrutar del mayor atractivo de O Morrazo: Sus playas. Las infraestructuras viarias se volvieron a mostrar insuficientes para absorber semejante flujo de vehículos, hasta el punto de que los accesos a algunos arenales y varias calles, sobre todo la PO-551 -arteria principal de la comarca- a su paso por los cascos urbanos de Cangas, Bueu y Moaña, sufrieron importantes retenciones.

Por la mañana el Corredor do Morrazo registró un tráfico intenso, pero el peor momento del día fue a partir de las 18.30 horas, cuando los bañistas abandonaban los arenales y se dirigían a sus domicilios. Se produjeron entonces las colas de vehículos más largas. Esta "operación salida" de las playas se adelantó ayer, al entrar un banco de niebla que hizo que la mayor parte de los usuarios de los arenales los abandonasen antes de lo común.

Efectivos de la Policía Local realizaron un dispositivo para mejorar el flujo de tráfico. A la hora de la salida de las playas regularon la circulación en el cruce de Vilariño, que junto con la otra salida de la parroquia de O Hío, en el cruce de O Viso, fueron los puntos más conflictivos a este respecto dentro del término municipal de Cangas.

Los mayores problemas detectados en los accesos a las playas se produjeron en el entorno de Barra y en Liméns, en donde los coches ocupaban parte de la calzada al aparcar y no podían cruzarse dos vehículos en dirección opuesta. También fue denso el tráfico en los alrededores de la playa de Nerga.

La Policía Local de Cangas, pese a todo, califica la situación de ayer como "normal" dentro de los atascos que se repiten cada fin de semana de verano en la zona.

Estiman que este puente festivo dará paso a un periodo de menos afluencia de bañistas, como suele ocurrir cada año, aunque todo dependerá del tiempo que se registre en los próximos fines de semana de agosto y a comienzos de septiembre.