La instrucción del expediente administrativo abierto al barco gallego "Piscator" ha cerrado su primera fase, después de que la Prefectura Naval Argentina tomase declaración al capitán del pesquero y recabase documentación del interior. Las conclusiones de las autoridades argentinas son diametralmente opuestas a las de la Secretaría General de Mar del Gobierno de España y sitúan al "Piscator" dentro de sus aguas. Concretamente en la milla 199,75, esto es, dentro de las aguas que delimitan la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA) y a menos de 600 metros de las aguas internacionales. Las fuentes consultadas dentro del Gobierno argentino están plenamente convencidas de la infracción y apuntan que el lunes se elevará a la Secretaría General de Pesca, que a continuación deberá formular una propuesta de sanción. La Ley de Pesca Federal Argentina prevé importantes sanciones económicas e incluso la incautación de parte o de toda la pesca.

La tripulación del barco propiedad de la armadora buenense Pesqueras de Bon permanece a bordo y ayer no quisieron realizar declaraciones. Simplemente se limitaron a manifestar que se encontraban bien y que esperaban que la situación se resolviese cuanto antes para poder volver a faenar. En las inmediaciones del muelle Luis Piedrabuena de Puerto Madryn permanecían ayer dos furgonetas de la Prefectura Naval Argentina, aunque desde la empresa apuntaban que los tripulantes gozan de cierta movilidad por la zona.

Ayer ni desde Argentina ni desde el gobierno de España se quisieron pronunciar sobre la más que significativa diferencia que marcan sus respectivos sistemas de control: mientras la Prefectura Naval Argentina sitúa al "Piscator" en la milla 199,75, el Centro de Control Marítimo español lo sitúa en la 208. No obstante, las autoridades argentinas ayer recalcaron su convencimiento de estar en lo cierto. "Cuando la patrullera sale es porque está segura y es porque al barco de pabellón español lo ha detectado el radar y el helicóptero. Si no están seguros no salen y hasta ahora no se han equivocado nunca", afirman fuentes oficiales. En el caso de que la empresa armadora y la Secretaría General del Mar demuestren que el "Piscator" sí estaba en aguas internacionales "se le devolvería la mercancía, los aparejos, se le permitiría volver a salir a pescar y se le indemnizaría", apuntan. Pero a continuación también advierten de manera clara: "Eso no ha sucedido nunca hasta la fecha".

El sumario, a Buenos Aires

En declaraciones a medios locales como el Diario de Madryn, desde la Prefectura Naval de Puerto Madryn fueron más allá y apuntan que en la documentación intervenida durante la jornada del jueves en el barco "hay elementos que ratifican la infracción", por lo que el lunes el sumario se remitirá a la sede de la Secretaría General de Pesca, cuya sede está en Buenos Aires, y que será la encargada de formular la propuesta de sanción. Lo más probable es que esta se conozca durante la próxima semana y a partir de ese momento podrían entablarse negociaciones entre las partes para intentar cerrar un acuerdo satisfactorio.

Para fijar una posible sanción se tienen en cuenta múltiples parámetros. "Los datos del radar, la situación detectada por el GPS, las grabaciones del helicóptero, la cantidad de pesca que estaba sobre la cubierta, si los aparejos estaban mojados y el grado de congelación de la mercancía que ya estaba en la bodega", explican las fuentes consultadas. Este último punto es de especial importancia porque puede determinar hasta donde llegaría la incautación del pescado que capturado por el "Piscator" hasta el momento del apresamiento. "Si no se puede probar que capturas se realizaron en aguas argentinas y cuales en aguas internacionales se podría confiscar todo", reconocían desde las autoridades del país sudamericano.