Los testigos de lo ocurrido todavía le daban ayer vueltas al accidente. "Fue una suerte que no cogiese a nadie entrando", explica uno de los clientes del bar al que le alcanzó en una pierna un cascote. "Estaba en la terraza, de espaldas a la carretera, y cuando me giré vi el coche chocar contra el muro. El que peor iba era el chico que estaba sentado encima", relata.

Todos se preguntaban qué pasaría si hubiese gente en la acera, por fuera del cierre. "Ademais, a esas horas é común que houbera incluso máis clientes na terraza", señala otro de los testigos. También aseguran que el Opel Astra circulaba a una velocidad superior a la permitida.

Tráfico

Tras el impacto, y mientras una grúa no retiró el coche, los agentes regularon el tráfico cortando el carril de la PO-551 en dirección a Moaña y habilitando el paso en ambos sentidos por el que quedaba libre.