La información desvelada ayer de que el Gobierno central plantea un nuevo recorte de salario a los funcionarios de los ayuntamientos españoles cayó como un jarro de agua fría entre el personal de las administraciones locales de la comarca. La intención del ejecutivo es ahorrar a las arcas públicas hasta 870 millones de euros en 2014 y 2015 al poner límites al complemento específico, formado por el conjunto de pluses que se cobran por las características especiales de un puesto de trabajo. Los representantes de los trabajadores municipales de Cangas y Moaña son claros. Un nuevo recorte devolvería sus salarios a la década de los 90, mientras que el nivel de vida subió mucho desde entonces.

El presidente de la junta de personal de Cangas, José Carlos Vilariño, recuerda que en este municipio los complementos específicos "non son moi altos. En función do posto móvense entre máis de 2.000 e menos de 4.000 euros ao ano". Por lo tanto espera que no les afecte a la mayor parte de los trabajadores, con excepción de los técnicos del grupo más alto, que sí cobran un mayor complemento de este tipo.

A falta de conocer más datos sobre las intenciones del Gobierno que preside Mariano Rajoy, Vilariño espera que se trate de "unha actualización á baixa deste complemento", de la que podrían librarse buena parte de los casi 200 empleados municipales de Cangas.

En Moaña, la presidenta del comité de empresa, Patricia Lores, explica que la próxima semana se reunirán los representantes de los 120 trabajadores, entre funcionarios y personal laboral, y este tema estará sobre la mesa. Recuerda que ya les bajaron un 5% el sueldo y que en las últimas Navidades se les quitó la paga extra. "Cobramos lo mismo que hace seis años, con el sueldo congelado, y si hay un nuevo recorte pasaríamos a tener el mismo salario que en la década de los 90", lamenta.

Llueve sobre mojado

El presidente de la junta de personal del Concello de Bueu, Belarmino Barreiro, se muestra cauto al respecto ya que todavía no se conoce la propuesta concreta. Pero advierte de que en este caso "chove sobre mollado", en referencia al 5% de reducción salarial aprobada en su día por gobierno de Zapatero o la congelación en los salarios de los empleados públicos, lo que significa un menor poder adquisitivo. "Parece que os empregados públicos temos que ser sufridos, pero hai liñas vermellas que non se deberían cruzar", afirma.

El complemento específico que pretende recortar el Gobierno central es precisamente uno de los "pilares" de las nóminas de los trabajadores públicos. "Significaría tocar nun punto básico dos salarios e hai que ter en conta que os soldos base non son moi altos", argumenta Belarmino Barreiro, que apunta que hay puestos en los que las retribuciones básicas se sitúan entre los 600 y los 700 euros. "O resto son complementos e suponse que o complemento específico é un criterio de discriminación positiva en función das responsabilidades e adicación", apunta el presidente de la junta de personal de Bueu.

Tanto los gobiernos locales como los representantes de los trabajadores esperan ahora que desde el Gobierno central se concrete cómo se quiere aplicar ese nuevo recorte, con el que pretende un ahorro de 870 millones de euros, y en función de ello empezar a marcar posiciones.