Con la lectura dramatizada del cuento "Carabuñas" representado por los 70 niños de la clase de Música en Movimiento, se inauguraron ayer los actos para conmemorar el 25 aniversario de la Escola Municipal de Música de Cangas "Mestre Inocentes Camaño". Se trata de un cuarto de siglo por el que miles de niños y adultos han aprendiendo a tocar un instrumento en este centro. En estos momentos son 507 los cangueses que reciben una formación musical no reglada, sin la exigencia del Conservatorio Profesional, aunque ambos organismos comparten profesorado desde su integración en 1996.

El que fue primer subdirector y máximo responsable del centro hasta hace tres años, Alberto González Avilés, recuerda cómo se fundó esta escuela. "En Cangas solo había una filial del Conservatorio de Vigo, que ofrecía clases de piano y lenguaje musical, pero varias agrupaciones como la Banda de Música Bellas Artes demandaban una cantera de músicos de viento-madera y viento-metal". Se le propuso montar esta escuela al entonces alcalde Lois Pena. Después de dos años de gestiones finalmente abrió sus puertas el 29 de agosto de 1987. Por entonces solo contaba con dos profesores, y otros dos en la filial del Conservatorio, aunque ya acudían a la escuela unos 50 alumnos. Hoy son 11 los encargados de enseñar a los matriculados a tocar un instrumento. Pueden elegir entre 14, además de la clase para pequeños de entre 4 y 7 años, la de lenguaje musical y la de coro.

"Se decidió que la escuela fuese una enseñanza amateur, no reglada, y empezamos utilizando la casa de la música, en donde estaba la lonja vieja. El Conservatorio se ubicaba en el antiguo Concello", recuerda Alberto González. Los festivales de final de curso, y las audiciones, se hacían en el espacio de la Casa da Cultura de Rodeira, claramente insuficiente.

Junto a él, el maestro Inocentes Camaño, ya fallecido, fue uno de los artífices de los primeros pasos de esta institución educativa que fue creciendo con el paso de los años y ahora desarrolla su actividad en un anexo al Auditorio Municipal. "Tenemos un espacio bueno, pero la demanda es tan alta que cualquier sitio se queda pequeño". Ni este profesor ni la actual directora de la Escola, María Jesús Torres, se podían imaginar, a finales de la década de 1980, las dimensiones que alcanzaría el centro. "Nadie pensaba en esta trayectoria. La escuela fue creciendo a medida que se incrementaba la demanda por parte de los alumnos. En estos momentos somos un referente en la comarca, tanto por especialidades, como por matrículas y por trayectoria", concluye el exdirector, que tuvo que estudiar música en Vigo y Santiago e inició su vida profesional con la fundación de esta escuela en Cangas cuando tenía 20 años.

Las clases se imparten de tarde de lunes a viernes, "pero el número de horas de cada alumno depende del nivel en el que se encuentre. La diferencia con el Conservatorio es que los horarios son más flexibles", explica María Jesús Torres.

No son pocos los jóvenes que pasaron por la Escola de Música y dieron el salto al Conservatorio Profesional, pero también los hay que hacen el camino contrario "cuando prefieren centrarse en aprender a tocar un instrumento y nos les interesa una enseñanza oficial". Aunque la vocación del centro sigue siendo crear una cantera de músicos en Cangas, no solo los niños reciben formación. Un importante número de alumnos son adultos, y es que nunca es tarde para aprender a tocar un instrumento musical.

Sorteo

El número de aspirantes a acceder a la Escola es tan alto que siempre se registraban colas a lo largo de toda la noche. Para evitar este problema, a comienzos de curso se decidió sortear las plazas. Ahora hay 507 matriculados, pero todavía hay gente en la lista de espera.