Alumnos, padres y madres, abuelos, profesores... La comunidad educativa del colegio Compañía de María se volcó ayer en una marcha solidaria en la que unas 250 personas recorrieron el camino entre la Alameda Vella y Liméns, un paseo de ida y vuelta. La caminata formaba parte del proyecto "De Tambo á Universidade", una iniciativa solidaria para ayudar a que jóvenes de Filipinas tengan la oportunidad de acceder a becas de estudio y formarse.

Durante las semanas previas a esta marcha los alumnos del colegio cangués tuvieron que buscarse cuatro patrocinadores entre sus conocidos para que colaborasen con la causa. Esa aportación era totalmente voluntaria y sin necesidad de una cuantía concreta. Los estudiantes contaban además con un carné personal y en el que debían anotar las cantidades entregadas por cada uno de sus mecenas. La marcha de ayer estaba dividida precisamente en cuatro etapas y la final de cada una de ellas había un control, en el que se ponía el correspondiente sello que certificaba la participación y colaboración.

La primera posta estaba precisamente en el lugar de salida y la marcha comenzó alrededor de las 10.15 horas. Desde la Alameda Vella de Cangas los participantes enfilaron hacia la antigua factoría de Massó, donde estaba el segundo de los controles. Desde allí se encaminaron a Areamilla, donde estaba el tercero, y tras cruzar el túnel de Areamilla -que ayer estaba convenientemente iluminado- llegaron a Liméns, donde estaba ubicado el cuarto y último control. Y desde allí, vuelta al punto de salida, a donde llegaron sobre las 12.30 h.

Los fondos recaudados se destinan a la Fundación Internacional de Solidariedade-Compañía de María (FISC), que promueve un proyecto de bolsas de estudio en una zona de Filipinas llamada Tambo. Estas becas son para ayudar a que jóvenes de familias con escasos recursos puedan acceder al sistema educativo y formarse. Con su gesto de ayer el alumnado del Compañía de María puso su granito de arena para ayudar a esos otros compañeros que están a miles de kilómetros. Y de paso demostar on que no existe distancia suficientemente grande si por medio hay buena voluntad y ganas de ayudar.