Ricardo Iglesias y su esposa, Carmen Calvar, acudieron con decisión a su cita judicial para reclamar sus ahorros al que fue "nuestro caja de confianza, el de toda la vida". Después del acto, el octogenario moañés confesaba que llegar a fin de mes es una tarea que a veces se torna complicada en su hogar, a pesar de una vida de grandes esfuerzos. "Fui emigrante en Holanda, juntamos nuestros ahorros y los metimos en el banco de confianza", explica. Hace año y medio descubrieron que eran dos afectados más en la larga lista de su municipio. "Esperamos que la sentencia sea favorable, trabajamos muy duro toda la vida", concluyen, emocionados, los demandantes.