Manuel Portela "Lito" guarda su saxofón en un viejo estuche que el músico de Moaña compró en París, en uno de sus muchos viajes profesionales.Hace unos veinte años que no toca este instrumento con el que se ganó la vida, y bien ganada, por medio mundo, incluso por países tan recónditos en aquellos tiempos para un moañés, como Irán, formando parte de gconjuntos como Los Celtas, Los 5 de Sacromonte o la orquesta Los Magos de España. Cuando abre esa maleta le vuelven a la memoria tantos recuerdos alegres y tantos tristes que es difícil pensar en pedirle una nota musical. A sus 78 años vive retirado de la música en su casa de Meira pero homenajes como el que le rindieron en la reciente edición de los Premios de la Música del Var con Uve, con el que fue galardonado en la categoría de toda una vida dedicada a la música, le hacen resurgir de un olvido en el que se "jubiló" de forma voluntaria tras perder a dos grandes personas en su vida, su mujer Purita Suárez, una mujer "de bandera" que viajó con él por esos mundos de los escenarios; y su hija Beatriz, para la que se deshace en elogios como persona que era y por sus grandes dotes para el piano.

La vida musical de Manuel Portela comienza para los que le acabamos de conocer a los 14 años, detrás de los mirtos del famoso Hotel Universal de Vigo cuando en su terraza sonaban las mejores orquestas del momento en unas concurridas tardes de música con vistas a la ría. Manuel vio entonces tocar el saxofón al marido de Olga Ramos y por su cabeza sólo pensaba: "¡Cuándo podré estar yo así sobre un escenario¡". La música ya le apasionaba. Su padre lo era, tocaba en la Banda de Moaña, y él empezó a estudiar en el Conservatorio de Vigo. Manuel no se lo podía creer cuando viviendo en Madrid, con su mujer y su hijo de un año, le surgió un trabajo como músico en el Teatro Calderón para acompañar el espectáculo de una revista: "Yo era primer saxo y el marido de Olga Ramos, tercero".

Lo suyo siempre fueron los conjuntos y las orquestas. Su primer trabajo fue en la Orquesta Novedades con su cuñado José Suárez. Ganaba 23 duros semanales tocando en el Sanatorio de Pepiño, Flamingo, Mercantil y Náutico de Vigo. Tras un tiempo retirado para realizar el servicio militar obligatorio, su cuñado le llamó para formar parte del grupo Los Celtas de A Coruña. José era pianista y Manuel tocaba el saxo y el clarinete. Eran novatos y se fueron a trabajar a un restaurante de Pamplona para ir practicando. A los pocos días, corría el año 1957, ya estaban rumbo a París en el coche del jefe y en medio de una fuerte nevada, en un viaje cargado de anécdotas. En la capital francesa, Los Celtas actuaron en La Cabaña Cubana y también lo hicieron en Marsella en una sala de "dancing" y atracciones. El grupo comenzó una gira por la Costa Azul: "Se actuaba en locales de cine, de teatro, parques al aire libre como el circo romano de Niza y acompañando a cantantes famosos." Tras un año en Francia, dan el salto a Bélgica, donde Manuel Portela actúa con el mismo conjunto en salas como Dancing Pablo o Perroket, en Amberes. Eran imparables. Aquí empezó un recorrido que les llevó de actuación en actuación por medio mundo: Suiza, Alemania, Turquía Irán...

Reconoce que siendo músico se ganaba bien. En los años 60 "podías llegar a las 1.000 pesetas diarias". Manuel se casó en Meira con su prima Purita Suárez (fallecida en 1998), de cuyo matrimonio nacieron tres hijos: Santi (en Munich), Bea (en Locarno, en Suiza) y Katia (en Vigo). Quiso dejar las giras por un tiempo, pero estando de viaje de novios en A Coruña el jefe, Velasco, les fue a visitar al hotel, y le pidió que se fuera con ellos a una actuación a Frankfurt, en Alemania. Gracias a la colaboración del alcalde de Moaña arregló los papeles y juntos se fueron a Alemania para seguir actuando con Los Celtas.

En el conjunto estaban Nicolás (Ferrol) que era trompeta y fue sustituido después por Eulogio Gestal, José María Velasco, el jefe (A Coruña), Toñito Perillo, el batería, también de A Coruña,;José Suárez, de Moaña, al piano y acordeón y Manuel que además de saxo tocaba clarinete y guitarra. En Munich estuvieron desde 1959 hasta 1961 y en esta ciudad nació su primer hijo Santiago. Los Celtas actuaban en locales nocturnos, salas de baile... "Había mucho trabajo, íbamos de un lado para otro", recuerda. Llegaron hasta la ciudad de Hof/Saale, en la frontera con Polonia.

En Alemania tocaban en el restaurante Istambul, de turcos. De esta etapa recuerda momentos muy felices, con su primer hijo, y de cómo aprendió en Munich a tocar el violín. Fue gracias a un filósofo, amigo del escritor de Moaña, José María Castroviejo. Manuel Portela habló con él y le dijo que quería aprender este instrumento: "Era un hombre tosco, con gran mostacho y vestimenta tirolesa. Me presentó a un amigo suyo, profesor en la Universidad de Munich, y estudié con él cuatro meses. El profesor tocaba como los ángeles".

En Alemania surgió un contrato para Izmirna, en la costa de Turquía, en el Göl Casino y después vivió una azarosa aventura en Irán. Los Celtas hicieron de nuevo las maletas y Manuel muchas más porque iba su familia con él. En Teherán, la capital, conocieron el lujo que imperaba en la época del Sha Reza Pahlevi pero también los inicios del levantamiento popular contra el rey persa dirigidos por el Imán Jomeini desde su exilio en París. Era el año 62. Estuvieron 7 meses en un local que se llamaba "Xanadú".El músico moañés y otros del grupo, como Eulogio Gestal (trompeta), vivían en unos apartamentos del dueño del local en una de las grandes avenidas de Teherán. Manuel recuerda que mientras su mujer preparaba la cocina y su hijo estaba en la cuna, él fue a hacer unas compras. Regresaba por la avenida cuando vio a su mujer alertada de lo que se acercaba por la calle: "Era una marabunta con hierros, mazos, rompiendo todo a su paso. Nos encerramos en el piso y desde la calle empezaron a romper los cristales de las ventanas con piedras. No sé cómo, pero deshice camas, puse los colchones y el somier bloqueando las puertas y arrimé también un armario. La gente subía por las escaleras rompiendo todo, intentaban entrar a patadas en el piso a base de golpes y yo aguantando detrás". Encima del armario, Manuel guardaba un maletín con el dinero y sus ahorros. En ese momento se olvidó de él... hasta que vio como alguien rompía la pequeña ventana encima de la puerta y se lo intentaba llevar. "Lo agarrré y lo recuperé. Se oían tiros por todos lados y en los pisos saquearon todo lo que encontraron. Cuando pasó todo llegó el dueño y al ver el desastre me preguntó ¿Cuántos entraron aquí? Ninguno le dije yo", rememora.

Puestos a salvo, Manuel fue corriendo a la habitación de al lado para ver qué le había pasado a Gestal. Todo estaba patas arriba y sintieron gritar a alguien dentro de un armario tirado al suelo. Dentro estaban el músico y su mujer que se habían escondido y los revolucionarios tiraron al suelo al entrar en la vivienda. Después de aquello, el batería enfermó y su cuñado represó a Moaña para fundar Los Magos de España. Ya en Meira, Manuel "Lito" recibió la llamada del pianista de Casablanca en Marín para una actuación con la cantante americana Lesly en la feria de Sevilla. Volvió a hacer las maletas: "Éramos un cuarteto de jazz. Estuvimos un mes". Tras la etapa sevillana, Manuel probó suerte en Madrid, su familia con él. Trabajaba en celebraiones: "Había trabajo. No tenía problema por cualquier papel, saxo, clarinete, el violín ya lo había dejando porque me daban pinchazos en el corazón...".

En Madrid fue donde le llamaron para tocar en la orquesta de una revista en el Teatro Calderón en donde tocaba el marido de Olga Rmos. Manuel actuó también en la Sala Cartago, en Bravo Murillo; y en el Hotel Felipe II en El Escorial. En esta etapa entró en el grupo "Los 5 de Sacromonte" con los que se fue a Holanda y coincidieron con Los Beatles. En Holanda actuaban en el Seven Club de La Haya y en Scheveningen, en la playa.

1967 marcó una nueva etapa para este músico ya en Los Magos de España con los que también recorrió Suiza y Alemania. En el primer país, el conjunto grabó un single, en cuya portada aparecen los seis componentes Manuel Deus (batería), Camilo Vázquez (Vigo), Pepe González "Chiné" (Moaña), José Suárez (Moaña), Inocentes Camaño (Cangas) y Manuel Portela (Moaña) sobre una barca en el lago Constance. Manuel estuvo con Los Magos hasta 1991, ese año dejó los palcos. Ya lo compaginaba con la docencia de música en Vigo y en su casa hasta que lo dejó cuando por enfermedad de su mujer se tuvieron que ir a Estados Unidos.