"Se ha hecho justicia con Moaña. Es una satisfacción personal enorme. Vinimos aquí, nos comprometidos con la gente con el temor de no poder hacerlo y al final pudimos". El senador del PP gallego en Madrid, Enrique López Veiga, resume así la solución que se ha dado al problema del deslinde marítimo en Moaña a través de la enmienda a la reforma de la Ley de Costas que el grupo popular en la Cámara Alta ha logrado incluir como específica para este municipio, para su aprobación en el pleno de finales de abril, y que supondrá que la parte del casco urbano, entre la Casa del Mar y A Xunqueira, quede excluida del dominio público marítimo-terrestre y, por lo tanto, las viviendas y fincas que estaban afectadas como concesión estatal recuperen su condición de propiedad privada. López Veiga, acudió ayer, en compañía de su compañera de grupo, Elvira Larriba, al Concello de Moaña para comunicar y celebrar con el alcalde, el popular José Fervenza, y el presidente y el secretario de la plataforma de afectados de Costas, José Gallego y Pedro Delgado, respectivamente, esta solución, vía enmienda, a un conflicto que afecta a unas 200 familias y que se prolonga desde hace veinte años. La enmienda deberá de pasar una tramitación, El día 8 se constituirá la ponencia para dictaminarla, sobre el 12 será la comisión y a finales de abril está previsto el pleno en el Senado al que el alcalde ya confirmó su asistencia con afectados de Costas, y en donde se debatirán las 185 enmiendas presentadas por todos los grupos y los 5 vetos a esta reforma de la Ley de Costas. Con la mayoría absoluta del PP, todo apunta que la enmienda de Moaña salga aprobada y se ratifique en el Congreso antes del verano. El senador popular asegura que entonces los terrenos quedarán ya desafectados, dentro del casco urbano y sometidos a las normas urbanas por lo que los vecinos podrán volver a reescriturar sus propiedades. Gallego insistió en que la situación actual generaba graves problemas a familias con la casa hipotecada que estaban negociando con el banco, pero no se podían liberar del crédito porque nadie quiere una concesión. Fervenza también señaló que precisamente estaba gestionando un caso de una dación en pago en esta misma situación.

López Veiga recordó que desde 2005, Fervenza y él, estando en la oposición en el Parlamento gallego, presentaban iniciativas para solucionar el conflicto de la Ley de Costas de 1988 "que siempre fueron tumbadas por el bipartito", y que ahora se había logrado , en el caso de Moaña, de forma automática y de la manera más sencilla, gracias también al apoyo del ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete "un hombre que se ha entendido con nosotros, cuando es difícil armonizar todos los intereses de España, y ha sido él el que ha comprendido que el caso de Moaña era de justicia". Fervenza recuerda cuándo con el hoy presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, estando en la oposición, recorrió con él casa a casa de los afectados.

Veiga asegura que en Galicia no hay un problema de "chiringuitos", como aluden los críticos a la reforma de la Ley de Costas, sino de núcleos rurales tradicionales y que desde el primer momento ellos siempre defendieron que la única solución posible solo podía venir por la modificación de la Ley. Recuerda que en 2005-2006 presentaron una proposición de ley que el gobierno bipartito de la Xunta rechazó "porque decía que había otra solución pero el tiempo nos dio la razón porque el Supremo la tiró abajo. Ya dijimos que las cosas no debían de ir por ahí, que era mucho más sencillo". Así, señala que cuando el PP llegó al Gobierno estatal, hace algo más de un año, "lo primero que hizo, fue cumplir con el compromiso de revisar la Ley de Costas" y asegura que hay que darle los honores que se merece a Arias Cañete.

Respecto a la reforma asegura que tras pasar por el Congreso, en febrero pasado, se dieron cuenta de que había salido "incompleta e inmediatamente el alcalde de Moaña y otros como el de Marín o el de A Illa dijeron que, aunque se creía que sí, la reforma no les solucionaba el problema. Y es aquí en donde por fortuna existe el Senado para precisamente, dar una segunda lectura a las leyes porque es normal que siempre quede algo". Señala que los senadores gallegos fueron "una piña" y con el portavoz, Xosé Manuel Barreiro, "que se volcó", se realizaron gestiones con el ministerio y al final se pudieron sacar básicamente dos enmiendas: la específica para Moaña "que era la más complicada, pero que se redactó más fácil incluyéndola en el anexo de la reforma con los 10 núcleos excluidos del dominio público" y una genérica para los núcleos en donde podrá darse solución a los casos de Marín y de A Illa. En el caso de A Illa no pudo incluirse como específica con una solución automática como la de Moaña, "porque como isla podría tener un tratamiento especial, aunque vendrían las islas Canarias detrás, con toda la problemática que tiene. Pero está solucionado".