Los afectados por las preferentes y subordinadas de Novagalicia Banco en Moaña hacen una pequeña pausa en su oleada de protestas en el Concello. Durante las últimas semanas, el colectivo manifestó al alcalde, José Fervenza, su intención de reunirse con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, para trasladarle directamente su problema y exigir que desde su puesto aumente las medidas de presión para que la entidad reaccione. Por su parte, el regidor realizó los trámites oportunos y explicó la situación de los moañeses a la Xunta de Galicia y, además, solicitó una reunión entre el colectivo y Feijóo. Después de varios trámites, desde el consistorio se confirma que sí habrá un encuentro y será durante los próximos días, aunque todavía se desconoce la fecha exacta del mismo.

La mayor parte de los damnificados consideran que la reunión con el presidente gallego es "vital" en su lucha, ya que necesitan expresar sus demandas y obtener respuestas directas y sin intermediarios. Además, quieren pedir explicaciones sobre la marcha del proceso de arbitraje y necesitan conocer "qué pasará con las subordinadas, que ahora mismo son las grandes olvidadas dentro del sistema de llamadas de Consumo para los laudos", concretan. Desde el colectivo reconocen que, conforme avanzan los días, la desesperación es mayor y temen no poder recuperar sus ahorros. "No estamos dispuestos a quitas, no queremos que nos cambien nuestro dinero por acciones que no valen nada y seguiremos en la calle hasta que nos devuelvan lo que es nuestro", explican.

Insisten en que las reuniones con el jefe del área de O Morrazo de Novagalicia Banco, Martín Blanco, y otros directivos son "inútiles", ya que "no aportan ninguna novedad". "Está claro: queremos una entrevista con el presidente de la Xunta", reiteran.

Menos presión

Anuncian que la actividad reivindicativa será más leve durante esta semana, a diferencia de anteriores jornadas. La intención de los damnificados es "ver lo que sucede a partir de ahora y comprobar si el gobierno gestiona lo que nosotros pedimos y responde por el pueblo". No obstante, no descartan volver a manifestarse en las comisiones informativas y en las próximas sesiones plenarias "si no vemos resultados claros y la resolución definitiva del problema". "No es un paro ni mucho menos, ahora mismo estamos a la expectativa y veremos lo que pasa en los próximos días, pero que quede claro que nosotros no abandonamos nuestras protestas", matizan desde la plataforma.

Los afectados aseguran que durante el día de hoy se pondrán en contacto con el gobierno local para tratar el tema y concretar cuándo será el encuentro con el presidente de la Xunta. Su interés es que la cita sea lo antes posible, ya que temen que finalice el proceso de arbitraje o sufra una nueva ralentización. Y es que en los últimos meses, el flujo de llamados ha sido muy variado. "Hubo semanas en las que se llamaron a miembros de la plataforma, otras en las que decían que sí habían llamado a gente y ninguno formaba parte del colectivo, esta situación es muy injusta para los que estamos en la calle manteniendo las protestas y organizando los desplazamientos", indican.

Cansancio acumulado

Después de varias semanas de casi total inactividad, Moaña celebró ayer dos comisiones informativas de Facenda y Ensino. La plataforma de afectados de Moaña decidió el pasado 19 de febrero paralizar las reuniones entre el gobierno y la oposición para que su tema fuera "prioritario" y como una nueva "medida de presión". Después de varias semanas de intensas protestas y de reiteradas manifestaciones con silbatos y tarteras en el interior del consistorio, el salón de plenos acogió ayer dos reuniones en las que se trataron algunos aspectos sobre el plan de pagos de la Mancomunidade, el nuevo horario laboral de los trabajadores y obras pendientes en los centros escolares del municipio.

El cese temporal de las protestas en el Concello no repercute en la actividad reivindicativa en las sucursales, que también se mantiene en las oficinas de Cangas. Los afectados aseguran que las protestas en las sucursales mantendrán su ritmo habitual y descartan el desmantelamiento de las zonas de acampada, instaladas en la oficina de Concepción Arenal en Moaña y de Eugenio Sequeiros en Cangas.

A pesar de que algunos damnificados de Cangas y Moaña apuestan por el desmantelamiento de las acampadas, la mayoría de los afectados considera que se trata de un símbolo de resistencia y apuestan por su continuidad hasta que mejore notablemente la situación.