En la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra una notable mayoría de alumnado son mujeres, pero esta circunstancia no se extrapola a una mayor presencia en el mercado. "Las artistas no se exponen, no se venden, no se critican" asegura Paula Cabaleiro, artista plástica de Cangas y una de las cinco mujeres que el Concello homenajea hoy (20.00 en el Auditorio) con motivo del Día de la Mujer Trabajadora que este año reconoce a mujeres creadoras de Cangas. Previamente, a las 19.00 horas se inaugura una exposición en la Capela do Hospital de "laboratorio creativo" en la que se hará intervenir al pueblo como si se tratara de una agencia de detectives.

Paula Cabaleiro (Cangas, 1986) empezó a formarse a los 6 años asistiendo a clases de pintura. Estudió Bellas Artes y tras obtener el Máster en Museología Crítica y Arte Contemporánea, comienza a trabajar como comisaria, gestora cultural y desde noviembre de 2011 es codirectora de la galería A.dFuga en Santiago. En su obra reincide en la mujer desde un punto de vista historicista cuestionando los roles y los prejuicios no superados. Cabaleiro entiende que la profesión se va feminizando "somos una comunidad donde el tejido cultural se forja con muchas manos femeninas", sin embargo asegura que este proceso de emprendedoras mujeres se lleva a cabo mayoritariamente en la iniciativa privada "quedando en poder masculino los cargos en lo institucional y público. Muchas productoras, gestoras, organismos, empresas culturales... no hacen más que renovar las estructuras piramidales, ancladas en una cultura machista".

Casilda Alfaro (Ribadavia, 1957), actriz y pedagoga teatral, que es homenajeada en el área de la interpretación, considera que aunque se avanzó, sigue habiendo desigualdad y los hombres en este campo continúan representando la mayoría. "El teatro habla de nosotras, se cuentan las historias desde el punto de vista masculino. Hay tremenda desigualdad". Casilda Alfaro llegó a Cangas con 17 años, en plena transición, y comienza en el teatro aficionado con A mata da moura de Coiro y en el colectivo Múa de Teatro. Combinó durante años esta afición, que se convirtió en su oficio, con el de enfermera. Forma parte de la Escuela Dramática Galega con la obra "Vostede como se chama?" y a mediados de los 80 crea con otros compañeros la compañía de Teatro Ningures. Actuó con otras compañías como Teatro do Noroeste, Teatro do Morcego, Teatro do Atlántico. Fue premio María Casares a la mejor actriz con "A noite das tríbades", trabajó también en el campo audiovisual y participó en películas como Emilia Pardo Bazán, A Bella Otero o Los lunes al sol y en series como Libro de familia. Ejerce de pedagoga en la Universidad de Vigo y en la Escola Municipal de Artes de Cangas, forma parte de la Revista Galega de Teatro y de la Mostra de Teatro.

En el área de la creación literaria en las artes escénicas será reconocida Vanesa Sotelo (Cangas, 1981) que reivindica más visibilidad: "Hay muchos trabajos en la sombra igual de importantes y pasan desapercibidos". Admite que hay mujeres escribiendo y que en su caso el haber obtenido un premio le dio esa visibilidad que reclama para el colectivo. En estos momentos, Vanesa Sotelo está escribiendo dos textos, "no sé si algún día serán representados o premiados", en los que se vuelca en la memoria, el silencio, la mujer que busca una voz propia. Vanesa es dramaturga, actriz y directora teatral. Su interés por este arte comenzó en la Mostra de Teatro de Ensino Secundario do Morrazo. Su actividad profesional aparece ligada a la compañía Inversa Teatro para la que dirige dos espectáculos "Kamouraska" y "A illa das mulleres loucas" y para la que trabaja como actriz en "Paper Dolls" y "Expostas", obra que coescribe con el resto de las actrices. Su residencia en el Centro Dramático Galego la impulsó como dramaturga con la creación de "Estigma", junto con dos dramaturgos, y posteriormente con el proyecto "Corpo-puta-vaca-berro". Fue premiada con la obra Indoor de Teatro Radiofónico, tiene el Premio Robrenyo por "Memoria do incendio" y Abrente con "Campo de covardes". Es subdirectora de la Revista Galega de Teatro y colabora con el ditgital www.artezblai.com. Su escritura siempre gira en torno a las dificultades de comunicación, las mujeres, el silencio heredado.

Del mundo de la danza será reconocida la trayectoria de Amparo Novas (Cangas, 1976) para la que la mujer es sinónimo de fuerza. Bailarina y pedagoga de danza, comenzó en la Escuela Maite Quiñones para continuar los estudios en el Conservatorio de Danza de Madrid. Su vida profesional comienza en la Compañía de Danza do Noroeste de Viana do Castelo (Portugal), pasó por la compañía Druida de A Coruña con la que hizo actuaciones en televisión, por la de Fernando Hurtado con la que participó en un musical en Asturias y en otro espectáculo en Andalucía y trabaja para el Centro Coreográfico Galego y en la compañía Solo dos. Además es directora y coreógrafa de Andanza con la que realizó "Algo se mueve dentro". Da clases de danza en colegios, Universidad de Santiago y en Mayeusis de Vigo.

En el área de la música el homenaje es para Sara Malvido Hermelo (Coiro, 1976) que con solo 6 años empieza a aprender gaita y percusión en el colegio de Castrillón. Completó su formación en música tradicional, percusión, requinta y zanfona. Formó parte de un grupo de pandereteiras y de danza y música tradicional Afiadeiro. Se define como gaiteira aunque se siente bien con la zanfona o cualquier instrumento de percusión. En este momento está en el grupo Abaladoiro, quinteto tradicional de folk, forma parte de la macro orquesta de música tradicional Sondeseu y dirige la Banda de Gaitas Tromentelo. Grabó tres discos y compagina esta actividad con la de al docencia de música en el colegio, la banda de gaitas y ofrece conciertos didácticos sobre instrumentos tradicionales.