Para el actual gobierno local de Cangas no existen las propuestas de convenios urbanísticos a las que en 2009 el tripartito (BNG, PSOE y ACE) llegó a un acuerdo de consenso para incluirlas en el Plan Xeral, algo que en el actual avance, ya adaptado al Plan de Ordenación del Litoral (POL) y pendiente de su aprobación inicial, no recoge en absoluto. Es más, el gobierno local no reconoce los acuerdos con los particulares alcanzados por el tripartito que lideraba Clara Millán (BNG) y se desentiende de ellos diciendo que eran propuestas. La propia empresa redactora del PXOM, Consultora Galega, comunicó al concejal de Urbanismo, Rafa Soliño, que no había ningún convenio incluido en el avance del PXOM y que en la anterior redacción del plan sí figuraban dos convenios, en referencia al de Massó y al de Aldán, por el que el Concello de Cangas ya cobró 4 millones de euros.

La preocupación la tienen los vecinos que entendieron que esos otros convenios más modestos sí se iban a incluir en el avance del Plan Xeral. De hecho, Clara Millán, que era alcaldesa de Cangas en noviembre de 2009, fecha que marca el consenso al que llegó el tripartito para incluir los convenios, dio orden de que las citadas propuestas fuesen incluidas por Consultora Galega en el avance del Plan Xeral. De las cinco propuestas de convenio que se había presentado en la fase de redacción del PXOM solo prosperaron dos: la urbanización en Areamilla y un tanatorio en Montecarrasco. Fueron las únicas que lograron poner de acuerdo a los partidos que formaba en tripartito, aunque Mariano Abalo (ACE) eludió una posición definitiva mientras no conociese algunos pormenores . El convenio para construir un tanatorio en Montecarrasco se había presentado como una sugerencia, ya que no ofrecía contrapartidas al Concello, mientras que en el segundo caso (Areamilla) hubo coincidencia entre PSOE, BNG y ACE a la hora de valorar las cesiones para zonas verdes en primera línea de playa a cabo de autorizar una urbanización en el resto de la parcela, cuyas características deberían definirse a posteriori. El prestigioso arquitecto César Portela defendía este convenio de Areamilla.

La construcción del tanatorio en Montecarrasco supondría la eliminación de este servicio fuera del centro urbana, por lo que se pretendía que se calificara el suelo, ahora forestal, para uso equipamental, ya que el terreno, además está próximo a zonas de equipamiento municipales y de la Xunta de Galicia.

La propuesta de Areamilla abarcaba un ámbito de 17.850 metros cuadrados. La edificabilidad sobre la rasante sería de 8.500 metros: 736 en bajo cubierta y una cifra sin determinar bajo rasante, necesaria para aparcamientos, trasteros e instalaciones. La ocupación sería de 3.656 metros del suelo y el volumen edificado, 25.500 metros. La parcela lindante con la bajada de Areamilla está calificada como núcleo urbano, en una parte, y como espacio libre y zona ver de, en otra. La propuesta mantiene básicamente la clasificación y destinos determinados en el avance y plantea un uso residencial privado y de los espacios libres. Esta propuesta fue la que logró el mayor consenso.

Fue aceptada de forma parcial el plan de un grupo de vecinos de Verín, en Coiro, que pedían la conversión del suelo rústico en urbanizable a cambio de cesiones para la circunvalación prevista. Aquí había que sumar a otros propietarios.

El tripartito rechazó de plano la propuesta para el área industrial y también la de los vecinos que pedía un aprovechamiento urbanístico en los montes de Aldán para edificar en suelo rústico. mientras no se adoptase una dererminación sobre los de Promalar.