Augas de Galicia tiene la "intención" de asumir la gestión de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Cangas -supuestamente a través de otra empresa concesionaria- hasta mediados de 2014, cuando debería finalizar el contrato vigente entre el Concello y Acciona, pero carece de partida económica y el presupuesto autonómico para 2013 no se aprobará, al menos, hasta febrero o marzo. El problema no es de voluntad, sino administrativo, de "buscar la fórmula" que permita trasladar las intenciones a un documento, como parecen dispuestas a hacer ambas administraciones, según se desprende de la reunión que mantuvieron ayer en Vigo el presidente de Augas, Francisco Menéndez, y el alcalde, José Enrique Sotelo. Ambos dirigentes acordaron "estudiar todas las opciones" en los próximos días e intentar alcanzar un acuerdo que no parece muy viable a corto plazo.

Sotelo afrontó el encuentro con la idea, ya adelantada, de rescindir el contrato con Acciona-Agua y poner fin al largo capítulo de desencuentros y críticas por el mal funcionamiento de la EDAR. Al mismo tiempo, salvaría el primer escollo para adjudicar el servicio integral del agua a una sola empresa, ya que el suministro y el saneamiento los realiza Aqualia. El regidor considera "ilógica" esta división y ya mantuvo en los últimos meses varias reuniones con representantes de Acciona en las que acercaron posturas sobre el pago de la deuda pendiente. Aunque no se ha concretado ese "principio de acuerdo", desde el Gobierno local se habló en varias ocasiones de la posibilidad de cargarlos en el contrato con la futura concesionaria, eximiendo al Concello y dejando su deuda a cero por este concepto.

Con las posturas más próximas entre Concello y empresa, y con la disposición verbal de la Xunta a asumir la gestión durante el "período de transición" hasta que se formalice el contrato con la empresa que asuma el servicio integral, el alcalde busca plasmarlo en documentos. Augas, que ya gestiona más de una veintena de depuradoras en Galicia, podría asumirlo a través de varias fórmulas, entre ellas vía Tragsa o por medio de una empresa privada, como es el caso de la de Guillarei, que gestiona Aqualia. En Cangas podría suceder lo mismo, aunque hay reparos jurídicos por falta de presupuesto que permita formalizar la operación.

Mientras esa intención no se formalice, el Concello no rescindirá el contrato con Acciona-Agua, cuya deuda sigue creciendo debido al "desfase" entre los recibos que emite (por importe próximo a los 300.000 euros anuales) y los que cobra, apenas la mitad.

Una de las consecuencias de que Augas de Galicia se haga cargo de la gestión de la EDAR de Balea es la "equiparación" del canon de depuración al que ya se paga en otros municipios donde asume ese servicio. En cualquier caso, hasta ahora se trata solo de especulaciones, a la espera de que se concrete un acuerdo con la Xunta.