Vecinos de la calle Atranco denuncian vertidos de fecales y de pinturas en el río Bouzós, justo después del puente, donde hay dos tuberías debajo. La denuncia fue cursada ante el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y también ante Aguas de Galicia. Los vecinos aseguran que este departamento de la Xunta de Galicia tomó muestras ayer de los vertidos y que les confirmaron la contaminación por aguas fecales.

Afirman que a lo largo del mes de agosto se sucede este tipo de vertidos y hablan concretamente de uno que se produjo el día 9, que tiñó el río completamente de blanco. Sostienen que tienen más de veinte denuncias presentadas en Seprona y que también se dirigieron a la Policía Local de Cangas, pero con escaso resultado. Uno de ellos, José García Silvent, comenta que el martes por la tarde fue advertido por los agentes de servicio de presentar una denuncia contra él por una "denuncia falsa". Silvent califica el trato de los agentes de la Policía Local de descortés y no entiende cómo insisten en que se trata de barro y aguas pluviales, cuando estos días no llovió. Otro vecino de la rúa Atranco, Pablo Álvarez, dice que ayer por la mañana se podía ver perfectamente cómo lo que bajaba por el río eran aguas fecales. Afirma que esto sucede en agosto porque el río está bajo de caudal al no llover y se hace más evidente la contaminación. "Aguas arriba del puente, el río macha claro, abajo las aguas son putrefactas y son un nido de ratas. Pasamos de ver nutrias en invierno a las ratas en verano. Los pocos patos que hay por el río desaparecen extrañamente".

El concejal de Medio Ambiente del Concello de Cangas, Jesús Graña, está al corriente de la situación y afirma que el gobierno actuó contundentemente. Comenta que la primera intención fue precintar la tubería que se suponía, tras una primera investigación, que era la que vertía al río, incluso se habló con la comunidad de propietarios, que dijeron que no tenía problema en conectarse a la red si es que de verdad era la suya la que vertía, pero que estaban convencidos de que no. Así que hoy, la empresa que tiene la concesionaria del agua de Cangas, Aqualia, realizará una prueba cloronimétrica, que consiste en teñir el agua con un líquido especial para saber de donde proceden los vertidos. Una vez detectada, el Concello de Cangas procederá de inmediato a la apertura de un expediente sancionador. "Nosotros no vamos a permitir que se estén vertiendo aguas fecales al río Bouzós ni a ningún otro río", declara Jesús Graña Graña. Pero el edil no está convencido de todo de que se traten de vertidos de aguas fecales, insiste en que tienen que esas tuberías solo recogen pluviales y señala que hay un informe de la Policía Local que señala que lo que bajaba por el río Bouzós era barro. "Pero bueno, con la prueba de hoy todas nuestras dudas y las de los vecinos van a quedar resueltas", asegura Graña.

Un mal olor que inunda las viviendas

El olor en la calle Atranco ayer se hacía insoportable. Los vecinos afirman que están hartos de comentar esta situación a todas las autoridades competentes y nadie toma cartas en el asunto de forma definitiva. Los propietarios de los pisos ven cómo sus viviendas se deprecian por culpa de una situación que podía ser fácilmente atajada, bien por Aguas de Galicia, bien por el Concello de Cangas. Piden que se actúe de una vez y recuerdan que los vertidos que salen del río Bouzós van a dar a la playa de Rodeira, que está catalogada con bandera azul, algo que estos vecinos ponen en entredicho. Se ríen cuando desde el Concello se les dice que es barro mezclado con algas.

Están convencidos que el vertido que el día 9 de agosto tiño el río de blanco fue pintura procedente de alguna obra que hay aguas arriba. Tienen muestras fotográficas de cómo baja el río a lo largo del mes de agosto, cuando el tiempo es bueno.

El concejal Jesús Graña insiste una y otra vez en afirmar que el Concello es consciente del problema y que pone todos los medios a su alcance para solucionarlo.

Por otra parte, en la tarde noche de ayer la lancha de salvamento Salvamar Mirach tuvo que atender un vertido de combustible que se había detectado en Figoríficos y que se acercaba hasta el muelle de Cangas.