Los sindicatos y las delegadas de empresa expusieron ayer a las trabajadoras las condiciones del ERE presentado por la empresa conservera de Bueu Antonio Alonso, que comercializa la marca Palacio de Oriente. Fue en el transcurso de una asamblea que tuvo lugar la nave del Concello de Bueu, situada justo frente a la que ardió de la conservera. La novedad ayer era que la situación empeora a medida que se conocen más los daños causados por el incendio y que la preocupación crece también entre las 32 trabajadoras que se van por seis meses al paro cobrando el 70% del salario.

Entre las conversaciones que se mantienen con la empresa se abordó el asunto de las vacaciones pendiente: diez días en diciembre. Se acordó que para ir de vacaciones se levantaría el ERE y una vez acabadas, volvería a él. Si que la dirección de la conserva no está por la labor de aceptar la propuesta de que se les pague íntegramente la paga de Navidad, como se le expuso desde el sindicato. La dirección aseguró que no iban a comprometerse en algo que después no iba a poder cumplir. Empresa y trabajadores quedaron de reunirse los días 15 y 30 de cada mes.

Una plantilla con muchos años en la empresa

La trabajadora más joven de Conservas Alonso que se va al paro tiene 49 años y lleva 33 en la empresa. Esto da una idea de la situación crítica en la que se quedan las empleadas. Son mujeres con una edad que les sería muy difícil encontrar trabajo en el sector y no digamos ya fuera de él. Ellas son conscientes de esta situación, de ahí su creciente preocupación a medida que pasan los días. En muchos casos, ellas eran el único sueldo que entraba en casa, con el marido y los hijos en paro. Por eso se apuesta porque la empresa retome la actividad lo antes posible y que no se agoten los seis meses y mucho menos que haya una prórroga del ERE, porque pasarían a cobrar el 50% del salario, un salario que ronda entre los 930 y los 960 euros al mes entre las empacadoras.

La situación no es muy diferente a la que vivieron las trabajadoras de Lago Paganini, después de que la fábrica se calcinara por completo el pasado mes de diciembre. Solo que aquí no se habla para nada de cambio de ubicación, sino de reposición de la maquinaria que quedó afectada por el fuego.

El alcalde de Bueu, Félix Juncal, se mantiene pendiente de lo que ocurre en la factoría de Antonio Alonso. De momento, solo las trabajadoras acudieron a él para pedirle un lugar para reunirse.