Ahorrarse la compra de tierra orgánica y de generar abonos naturales para los jardines y huertas es la principal ventaja con la que cuentan las 20 familias del barrio de O Caeiro, en Meira, que han iniciado hace seis meses el programa piloto de compostaje doméstica, impulsado por la Mancomunidade do Morrazo y bajo la dirección y supervisión del grupo ecologista Adega. Asimismo, gracias a una vuelta al tratamiento casero de los residuos orgánicos, consiguen disminuir drásticamente la cantidad de basura que se deposita en los contenedores verdes, y que de otra forma acabaría incinerada en la planta que Sogama tiene en el concello de Cerceda.

Ayer la educadora ambiental de Adega María Rodríguez Lafuente visitó por última vez a los vecinos integrados en el programa. Ahora ya será responsabilidad exclusivamente de los residentes dar uso a los composteros repartidos hace medio año. Aunque a juzgar por la experiencia parece que no van a abandonar la tarea de realizar un tratamiento de residuos en su propio jardín. "É unha experiencia boa e ademáis nos supón un aforro económico", señala la vecina Elvira Durán Collazo, que utiliza el compostero para convertir en abono los residuos orgánicos generados por su familia, de cinco miembros, así como la hierba y restos vegetales. Algunos vecinos de la zona incluso compraron un nuevo recipiente para poder depositar todo el césped cortado.

El recipiente, sin base, tiene una capacidad de 300 litros y los vecinos abren la puerta de la parte baja para retirar la tierra orgánica generada por los residuos que llevan más tiempo.

"Isto é algo que sempre se fixo no rural. Levar estes residuos a incinerar é unha perda de recursos, de materias primas e de nutrintes para o solo", explica Durán.

El edil de Medio Ambiente, Daniel Rodas, recalcó que el modelo de gestión de la basura de la Mancomunidade "sempre foi deficitario" y apostó porque este tratamiento sostenible se extienda a todo O Morrazo.