La declaración de dos peritos y de un testigo, y las subsiguientes conclusiones de los letrados, completarán el juicio iniciado ayer en la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra contra un vecino de Moaña, acusado de violar a una adolescente de 15 años y de poseer pornografía infantil en su ordenador personal. La vista oral se retomará el próximo 11 de noviembre.

Por estos hechos el acusado se enfrenta a penas de prisión que suman 14 años y seis meses de prisión ya que el fiscal solicita 13 años y medio de privación de libertad por un delito de agresión sexual y un año por un delito de posesión de pornografía infantil.

Durante la sesión de ayer, que se celebró a puerta cerrada, el acusado rechazó los cargos que se le imputan, negándose a pactar cualquier posible acuerdo de los ofrecidos por el Ministerio Público para lograr una conformidad. El tribunal escuchó al acusado, a la víctima y hasta una docena de testimonios, alguno de ellos por videoconferencia.

De acuerdo con el relato de los hechos que hace la Fiscalía, el procesado, cuya identidad responde a las iniciales D.S.P., durante la Semana Santa del año 2007 y teniendo entonces la edad de 37 años, condujo a la menor, que tenía 15 años en aquel momento, a su domicilio situado en Tirán, en el municipio de Moaña.

La chica no desconfió en ningún momento de las intenciones del acusado ya que éste conocía a sus padres a los que realizaba trabajos de mantenimiento informático, desde hacía varios años.

Según la Fiscalía, ya en su casa la agarró por un brazo y la sentó sobre sus piernas en una cama y, ante su resistencia, la arrastró hasta otra habitación, donde primero la arrinconó para inmovilizarla, puso en marcha un DVD con una película pornográfica y, tras un forcejeo, la joven intentó escapar, siendo de nuevo agarrada por el agresor, que la tiró sobre la cama inmovilizándola con su cuerpo para comenzar la agresión sexual.

En un momento dado la adolescente consiguió deshacerse del hombre y se escapó de la vivienda por una ventana de la cocina.

Pasó un año hasta que la menor denunció estos hechos, y así en agosto del año siguiente, las fuerzas del orden se incautaron de dos discos duros y un ordenador portátil en la casa del moañés y de diversos compactos grabados.

El análisis de los soportes informáticos intervenidos permitió localizar dos archivos de vídeo y una foto de pornografía infantil, contenidos claramente delictivos.

Cabe recordar que recientemente una menor de O Hío denunció a su padre por maltrato y a un sobrino de éste por abusos sexuales. Hechos que se produjeron, según información que facilitó a la Guardia Civil, cuando tenía 10 años. También fue condenado recientemente un vecino de Moaña, con una orden de alejamiento, El juez le consideró culpable de abusar de su sobrina, con la que vivía en casa de su abuelo en Moaña. Por desgracia, en O Morrazo estas situación son vergonzosamente frecuentes, igual que la de violencia de género.