El concejal del PP en Cangas Jesús Manuel Graña se ha hecho eco de una deuda que el Concello mantiene con la empresa que instaló la pista de skate en Rodeira y que reclamará en vía judicial. Según sus afirmaciones, la obra estaba presupuestada en 101.000 euros, de los que la Dirección Xeral se haría cargo de 70.000 , en dos anualidades (2008 y 2009), pero los pagos no se realizaron y la empresa reclama la totalidad. "A saber adónde se desvió el dinero ingresado por la Xunta", indaga Graña, que añade otros problemas que presenta este asunto, ya que "la compañía reclama ahora 40.000 euros más debido a la nefasta gestión" del concejal de Xuventude, al que acusa de ineptitud y de hacer desaparecer los programas de su departamento "al mismo ritmo que sus deudas se multiplican".

El desglose de la factura de instalación de la pista de skate, según las cifras que maneja el PP, incluye la sustitución de elementos ya instalados y su transporte desde el país de origen. Recuerda que dicha pista estuvo paralizada varios meses "y la excusa del concejal era que se habían confundido los elementos y deberían cambiarlos por otros". Añade que "lo que no aclaró, y ahora se sabe, es que los más de 20.000 euros que costaron los elementos a mayores son fruto de su negligencia al contratar elementos no aptos, fundamentalmente por tamaño, al espacio destinado a esta dotación".

Desde las filas del Partido Popular encuentran otros desajustes presupuestarios, como los "3.000 euros de diferencia entre la iluminación inicialmente presupuestada y la instalada finalmente", y los 6.000 euros que costó, a mayores, el solado con que se revistió el suelo para asentar luego los aparatos. "En resumen, tenemos ahora una factura de 40.000 euros a mayores –un incremento del 40% sobre el presupuesto– debido a la nefasta gestión de este concejal", arremete Jesús Graña, que llama la atención sobre el hecho de que esa cantidad deberá salir del bolsillo de todos los ciudadanos de Cangas, "depauperando aún más las ya debilitadas arcas municipales" por la incapacidad del Gobierno municipal "de mans furadas" a la hora de manejar los recursos económicos.