No hubo remedio posible. El gran magnolio que se hallaba en la céntrica plaza de la urbanización Massó de Bueu está a punto de convertirse en historia. Los jardineros de la brigada de Servizos del Concello de Bueu comenzaron ayer a talarlo, un trabajo complejo y delicado que previsiblemente terminará a lo largo de la jornada de hoy.

El árbol, casi centenario, tenía una altura considerable y abundante ramaje, pero desde hace meses sin hojas. Para proceder a la tala el ayuntamiento tuvo que alquilar un camión-grúa para que los operarios pudiesen cortar progresivamente las ramas del magnolio, que poco a poco fueron formando un gran colchón en el suelo de la plaza. Al final quedó sólo el largo y espigado tronco, que al término de la mañana también empezó a ser seccionado.

Este dispositivo se adoptó como medida de seguridad y los propios operarios explicaron que resultaba imposible talar directamente el árbol porque el denso ramaje podría causar daños en el resto del mobiliario público, como farolas y bancos. Y una vez que quedó sólo el tronco tampoco era aconsejable cortarlo íntegramente porque en su caída también podría provocar daños en pavimento de la plaza debido a su peso.

La brigada de Servizos mantiene acordonada la zona y la tala del magnolio se efectúa después de que la Estación Fitopatolóxica do Areeiro, que depende de la Diputación, certificase la muerte del árbol. Los técnicos constataron la rotura de las raíces y que no había indicios de circulación de savia. También preocupa la situación de un aguacate cercano, que también presenta una defoliación.