"Bienvenidos a esta Casa do Concello, que es la casa de todos. Espero que os traten tan bien aquí como vosotros tratásteis a nuestros vecinos allí", le deseó Clara Millán en castellano antes de repasar algunos de los principales atractivos de Cangas y de entregarles una réplica del reloj de la alameda en recuerdo de su visita. Lo hizo en castellano, el mismo idioma que estudian en su instituto los 25 chicas y un chico que participan en el intercambio y que está viviendo un boom en el país transalpino, según aseguran sus profesoras, la española Sheyla Sancho y la italiana Oriella Prebianca, así como el cangués Pepe Martínez, que coordina el intercambio desde el María Soliño.

El grupo llegó el miércoles al aeropuerto de Oporto y su programa de estancia en Galicia contempla simultanear las clases en el instituto sobre literatura, latín, historia o arte con el conocimiento del entorno físico y la diversión. Ayer se acercaron a la literatura medieval gallega de la mano del director, Ramón Rocamonde, luego visitaron el consistorio y más tarde pudieron hacer algunas compras en el mercadillo ambulante de Cangas. El lunes tienen programada una visita guiada a Santiago de Compostela para conocer su patrimonio histórico y artístico, y hasta el miércoles por la mañana, cuando iniciarán el camino de regreso, tendrán tiempo también para disfrutar de las playas y del mar de O Morrazo.

"Les gusta este paisaje, la comida, las tapas en el Casco Vello, incluso el vino mencía", explica el profesor cangués. "Sí, sí, y sobre todo este perfume a mar, un olor intenso, distinto al del Mediterráneo", intervienen su colegas del Liceo Giacomo Zanella, ubicado en Schio, una localidad de unos 50.000 habitantes en la provincia de Vicenza, donde están más familiarizados con la nieve y los crudos inviernos más que con estas suaves temperaturas a orillas del Atlántico. Su estancia, además, le sirve para estrechar relaciones con sus compañeros del instituto cangués y para llenar las alforjas con experiencias vitales que difícilmente se olvidan y que desde Cangas las invitan a recargar aunque pase el tiempo. "Ciao. Aqui sta la vostra casa. ¿Capisci?"