Un enfrentamiento entre padres a raíz de un perro, de raza bulldog francés, ha creado un conflicto en el colegio Sagrada Familia de Aldán, en Cangas, en donde unos progenitores que tenían escolarizados a sus hijos, de 10 y 3 años, se han visto forzados a buscar plaza para ellos en otro centro educativo del municipio y a llevar el asunto a la Inspección de Educación. Los niños comenzaron ayer en un nuevo centro del casco urbano de Cangas pero con la consiguiente preocupación de sus padres por el cambio que les supone hacerlo a mitad de curso.

El problema surgió, según relatan estos padres F.J.S.B y V.F.G., cuando una madre acudía a buscar a su hijo acompañada de este perro, de raza bulldog francés, que, siempre según ellos, introducía en el recinto escolar. Empezaron a comprobar que su hija pequeña de 3 años cada vez que veía el animal se asustaba y pasaba mucho miedo. Entonces decidieron poner el hecho en conocimiento del profesorado, pero dicen que la madre continuaba llevando al perro. Molestos, pusieron la situación en conocimiento de la directora pero aseguran que ella tampoco atendió su petición ya que la madre en cuestión seguía con el perro dentro del recinto.

F.J.S.B. asegura que en una ocasión su mujer le llegó a pedir a esta madre que no acudiera con el perro dentro del colegio porque su hija pequeña tenía miedo, pero esa conversación, siempre según él, acabó en una discusión con agresión verbal por la que fue denunciada por injurias la mujer propietaria del animal. Sin embargo, dice que en el juicio de faltas, que se celebró hace unos dos meses, la mujer quedó absuelta "por falta de pruebas".

El padre de los niños asegura que la situación llegó a ser tan tensa que en una coasión, escapando del perro, su mujer llegó a caerse dentro del colegio. Lo que no entienden es que la dirección, que ayer no quiso hacer declaraciones respecto a este caso, primara los derechos del el animal antes que los de los niños.