La procesión de Os Remedios marca el inicio de la temporada de las fiestas romeras tras la solemnidad de la Semana Santa. Muchos son los devotos que acompañan a la Virgen y al Cristo das Boas Augas en su traslado desde la iglesia parroquial de Tirán hasta la capilla en el monte, en donde permanecerán recogidas los días de duración de las fiestas. Nuca falta la lluvia, pero con ella o sin ella, los romeros no dejan de salir al camino para subir con su Cristo y su Remedios. La salida será el domingo día 4 de abril, a las cinco y media de la tarde y el recorrido por los caminos de costumbre.
El lunes será el día grande. A las nueve de la mañana habrá tirada de bombas de palenque y mizas rezadas a las 09.30, 10.30 y 11.30, además de pasacalles a cargo de la Banda local Airiños do Morrazo y la Banda Artística de Merza. La misa solemne en honor a los Remedios está prevista a las 12.30 y estará cantada por la Coral Moañesa, a cuyo remate saldrá la procesión alrededor de la capilla. Tras el concierto de la Banda de Música Artística de Merza, la comisión tiene prevista una gran tirada de fuegos de artificio a cargo de La Goulla de Mosteiro, de Meis.
Los oficios religiosos volverán por la tarde, con santo rosario a las 18.30 horas, novena y misa. La Banda de Merza volverá a ofrecer un concierto al remate de la homilía y los vecinos se prepararán para la verbena con las orquestas Gran Parada y Miramar.
La jornada del martes está dedicada al Cristo das Boas Augas, con misa solemne también a las 12.00 y posterior procesión. A su remate, actuará la Banda de Música Airiños do Morrazo. Por la tarde volverá el rosario, novena y misa, que se repetirá el miércoles, jueves y viernes. Los actos lúdicos se interrumpen a lo alrgo de esos días para retomarlos el sábado día 10, con juegos populares a partir de las cuatro de la tarde y la actuación de la agrupación Breogán de Moaña. la verbena de esa noche estará amenizada por las orquestas Marbella y Abanico.
El domingo 11 será la jornada de la retirada con la procesión de las imágenes de regreso a la iglesia parroquial de Tirán, a las cinco de la tarde.
