Costas del Estado actuará sobre el astillero de Purro si la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural continúa sin emitir su informe sobre la antigua carpintería de ribeira. Así de claro se pronunció el delegado provincial de Costas, Cristóbal Fernández, después de la visita que realizó esta semana a las instalaciones ubicadas en la Banda do Río, y en la que estuvieron presentes representantes de Patrimonio, la directora del Museo Massó y el alcalde del municipio buenense, Félix Juncal.

La pelota está en el tejado de la Consellería de Cultura y, concretamente, de Patrimonio. Este departamento ya recibió el encargo hace dos años de valorar el antiguo astillero para ver si era susceptible de ser catalogado. Costas insistió en reclamar ese informe a la llegada de Cristóbal Fernández a la delegación provincial y ahora, nuevamente, se pide esa valoración. “Ésta es una cuestión que Patrimonio debe decidir en un plazo de tiempo relativamente corto. Si se debe catalogar no podremos hacer nada, pero si no es así procederemos a recuperar el espacio público”, señala.

Un par de meses

Cristóbal Fernández habla de que “en un par de meses debería estar decidido”, pero de sus palabras se desprende que la paciencia de Costas se ha agotado. “Si no se pronuncia Patrimonio Costas tomará sus medidas y después que nadie se queje de que no avisamos”, subraya. Lo que está claro es que el 2010 es el año en el que se actuará sobre la antigua carpintería de ribeira de Banda do Río. “Este año tiene que estar listo porque no puede quedarse así de forma indefinida. Si no adoptaremos las medidas oportunas”. Unas medidas que pasan por el derribo de la instalación y la limpieza de todo el área.

Quedaría aclarar el tema de la titularidad, algo que investiga el concello por la existencia de unos supuestos propietarios de parte de los terrenos donde se ubica el astillero. “Nosotros tenemos bastante claro el tema de la titularidad”, explica Fernández, en clara alusión a que toda la zona es de dominio público de Costas.

Con todo, el delegado provincial de Costas apuesta por la vía del consenso entre todos los colectivos afectados y los grupos políticos de la corporación buenense. “Yo ya le comenté al alcalde y a todos los presentes que ésta es una cuestión que debía hablarse con calma entre todos y adoptar una solución de consenso. Decidir qué se hará con aquello”, afirma. Resalta que “debe imperar el sentido común” e incluso propone que se estudie la posibilidad de una postura intermedia, como sería la conservación del galpón primitivo y el derribo de la ampliación realizada en los años 70.