Los agentes de la Guardia Civil destinados en los cuarteles de Cangas y Moaña celebraron ayer el día de su patrona, la Virgen del Pilar. La meteorología jugó a su favor, pues el día festivo amaneció con sol y altas temperaturas. En ambos municipios los actos festivos consistieron, como es costumbre, en una misa militar y en un pincho al que estaban invitados todos aquellos vecinos de ambos ayuntamientos que lo deseasen.

En Cangas la ceremonia religiosa empezó a las 11.00 horas en la iglesia parroquial de Coiro. Una vez concluido el oficio los más de 30 agentes se dirigieron al cuartel de Rodeira, en donde compartieron el ágape con sus familiares y con los vecinos que decidieron asistir al acto. En total, se dieron cita en el lugar alrededor de un centenar de personas. Entre ellos varios concejales como el teniente de alcalde Héctor Otero, y la concejala de seguridad María José Vilas, ambos del PSOE.

También estuvieron presentes varios concejales del Partido Popular, con el portavoz José Enrique Sotelo a la cabeza, así como el dirigente de UPAC Nardo Faro Lagoa. No acudió ningún edil del BNG ni de ACE.

Quienes sí hicieron acto de presencia fueron los secretarios de los juzgados números 2 y 3 de Cangas. Los jueces excusaron su asistencia a una cita a la que tradicionalmente son fieles.

En Moaña la celebración estuvo más concurrida. Unas 300 personas participaron tanto en la misa como en el pincho, que discurrió a base de embutidos, empanada y mejillones al vapor, regado con vino blanco. Se celebró en el comedor del colegio Reibón, por falta de espacio en las dependencias de la Benemérita moañesa.

A los agentes y sus familias se les unieron decenas de vecinos. Entre las autoridades destacaban los concejales del PSOE y del PP local. Las mujeres presentes fueron agasajadas con una rosa para cada una y los niños con bolsas de gominolas.

Reforma del cuartel

En Cangas la festividad estuvo marcada por la futura reforma de la casa cuartel, cuyas necesidades quedaron patentes para el público que acudió como invitado al ágape.

Entre los asistentes se especulaba con que el traspaso de las competencias en materia de Urbanismo a la alcaldesa sirva para desbloquear dicha reforma. En principio, para esta obra estaba prevista la inversión de un millón de euros procedente del Plan E, puesto en marcha por el Gobierno central, pero al considerar el Concello que se trata de una obra mayor se tuvo que reducir el presupuesto a 500.000 euros. De todas formas, si no se gasta el dinero antes del mes de diciembre se perderá toda la ayuda, según las condiciones establecidas por el propio Plan E.