La detención el miércoles en Cangas de dos personas acusadas de falsedad documental y delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, el jefe de Estadística del Concello de Cangas, José L.B., y Carmen M. sigue ofreciendo novedades. La investigación ahora se centra en un marroquí que vivió con Carmen M. y que tiene el tratamiento de "patriarca" para los inmigrantes que llegan a Cangas desde Marruecos, según señalan las investigaciones policiales. Ayer se pudo constatar que la Policía Local de Cangas declinó realizar informes de convivencia solicitados por Carmen M., con la intermediación de una tercera persona, precisamente la misma que después llevó a Carmen M. hasta José L.B. En la documentación aparece un certificado de convivencia de un marroquí firmado también por otro funcionario ajeno a la Policía Local de Cangas.

Asociaciones benéficas de Cangas aseguran que Carmen M. había llevado a sus centros a numerosos marroquíes en situación de emergencia social con el fin de que se les diese alimentos. Incluso hubo quien advirtió a Carmen M. de que debía de tener cuidado con lo que hacía. Algunos colectivos benéficos pusieron en conocimiento del Concello de Cangas esta situación. Afirman que sienten mucho lo de su detención y afirman que no están en situación de asegurar que se lucraba con su comportamiento.

Carmen M, además del domicilio de O Forte, donde reside, dispone de una casa en Coiro, en la zona de A Rosada. Es allí donde los vecinos comentan que residían los inmigrantes marroquíes. Afirman que no hace mucho contabilizaron a 14 en la mencionada casa, situada cerca del O Muiño de Fausto, donde hace tiempo que está atrancado el paso de servidumbre que tenía la finca. "Mirábanse á noitiña. Pasaban de un en un. Nunca houbo problemas con eles, eran muy educados . Ela (por Carmen M.) viña de vez en cando pola casa e non fai moito tivo unha liorta cun deles porque queixábase de que seguía sen papeles e ela decía que non os tiña. Acostumaban a celebrar o Ramadán", afirma un vecino de Coiro. Aseguran que en la zona no era conocida por "La Portuguesa", sino por "la brasileira" porque estuvo en ese país varios años. Pero mantienen los vecinos que todo ese trasiego de inmigrantes no es de ahora, que al menos hace cuatro o cinco años que se sucede. La Guardia Civil investiga los dos últimos años.

"Nunha ocasión acerqueime ata Cangas. Fun a preguntar ao Concello canta xente inmigrante estaba empadroada na casa de Carmen M, dixéronme que tres nada máis. Quen o dixo foi precisamente o funcionario que foi detido pola Guardia Civil esta semana", señala otro vecino. Hay quien comenta que esta situación le recuerda la vivida en 1965 con los portugueses que se escapaban para no ir a la guerra en Angola. "Había mafias que cobraban entre 100.000 y 300.000 pesetas por pasar a fronteira", manifiesta.