El delantero inglés Gary Lineker decía que el fútbol es un deporte de once contra once y en el que normalmente suelen ganar los alemanes. Cuando el antiguo jugador del Barcelona soltó este aforismo no conocía –ni conoce ahora– el campo de fútbol municipal de Bueu. Y es que aquí los futbolistas no se enfrentan sólo contra el rival, sino también contra las piedras y clavos que se encuentran desperdigados por el terreno de juego. El problema no es ninguna broma y el Club Deportivo Bueu se enfrenta incluso a la posibilidad de que la Federación le cierre las instalaciones.

En el último encuentro de liga disputado un jugador sufrió un aparatoso corte en la rodilla, provocado por una piedra. El colegiado del encuentro lo hizo constar en su acta y el órgano federativo concedió un plazo de ocho días al club para solucionar el problema, amenazando con una posible clausura de las instalaciones. La presidenta, María Jesús Gil, y su directiva se pusieron manos a la obra durante el pasado fin de semana y consiguieron retirar hasta una carretilla completa de piedras, algunas de un tamaño más que considerable, y casi una docena de clavos, que quedaron enterrados en la tierra de ediciones anteriores de la Bueumostra.

Pero a pesar del esfuerzo y de la gran cantidad de material retirado, el club reconoce que la espada de Damocles se cierne sobre la entidad. "El problema es que se trata de un campo de tierra y por mucho que nosotros retiremos siempre hay más", por lo que aunque ahora mismo el terreno está aparentemente limpio, no sería raro que en cualquier momento se repitiese el problema. "Algunos de los socios más veteranos recuerdan que hace años se trajo tierra de una cantera de Aldán y entonces debió venir mucha piedra", explica la presidenta, quien admite que resulta "imposible" mejorar mucho más la situación en la que se encuentra el terreno de juego.

El club puso el problema en conocimiento del Concello de Bueu, que sigue siendo el propietario de las instalaciones, y María Jesús Gil agradeció la colaboración y el respaldo ofrecido desde el consistorio. El propio alcalde pudo conocer de primera mano la situación durante una visita efectuada esta misma semana al campo, en la que también se analizaron otras posibles mejoras en las instalaciones.