El alemán Edgar Ende solía decir que "el arte no hay que entenderlo, hay que sentirlo", esa misma frase le trasladó el director del colegio de Domaio, Carlos Canaval a Fernando Rial, el pintor que ha donado un cuadro al centro escolar. Se trata de una creación abstracta que lleva por nombre "Ñ", una letra que según su autor "recoge el significado de la etapa infantil", alegre, cargado de colorido y con formas irreverentes.

Resulta curioso que de niño su profesora le rompiese una de esas láminas más propias de Miró que de un niño de ocho años; y que ahora una de sus creaciones pueda ser contemplada en el centro al que asiste su hijo. Todavía no se sabe donde colgarán la obra de arte pero el director del centro, que se define como "amante de toda manifestación artística" ha sugerido la sala de profesores, como un lugar accesible.

El artista conocido como "Ferró" es seguidor de Kandinsky, Paul Klee, Tápies o Miró y pinta siempre con óleo. Sin embrago últimamente ha innovado en el soporte. Ya ha expuesto en Moaña y piensa hacerlo en Cangas próximamente.

Aunque hace 13 años que pinta por afición, sus inicios se remontan a su infancia. Las personas de su entorno reconocían la calidad de sus dibujos pero de los más básicos y realistas. En cambio mantuvo bien escondida una hoja de cuadrícula con representaciones abstractas por temor a que la impresión de los demás fuese similar a la de su maestra.