Muchos acudieron con sus parejas, pero ya no con aquéllas con las que faenaron durante décadas en los fríos caladeros de Terranova y que les servían para enviar a casa los sueldos a fin de mes. Ayer se trataba de recordar, alrededor de una mesa, los duros momentos que vivieron sobre el océano, pero también otras experiencias más dulces, cuando la flota hacía escala en puerto o atracaba en destino y llegaba el reencuentro con sus familias. Lo que no han perdido es el espíritu de disfrutar de la vida que les guiaba en aquella juventud, y ayer en O Hío casi un centenar de ellos asistieron a misa, comieron, bebieron y bailaron, antes de volver a citarse para el año que viene.

Al encuentro de confraternidad tampoco faltaron esta vez los sacerdotes Agustín Romero Lojo, actual director nacional del Apostolado del Mar, y Joseba Beobide, ex capellán del Apostolado del Mar en Saint Pierre y Saint John´s durante más de 20 años. Problemas familiares impidieron acudir, entre otros invitados o inscritos, a la antropóloga y profesora de la Universidad del País Vasco Rosa García-Orellán, coautora del libro “Hombres de Terranova”, que trata sobre la pesca del bacalao entre 1926 y 2004. Algunos ejemplares fueron repartidos entre los asistentes al encuentro de confraternidad, que también hicieron entrega de un regalo conmemorativo -la réplica de una bitácora con un reloj en su interior - a cuatro veteranos profesionales: Luis Molanes Rial, de Cangas; José Fernández, de Aldán; José Cortizos Portela, de Cela; y Manuel García Portela, “Finete”.