La ministra Elena Espinosa se comprometió ayer con los afectados por la Ley de Costas a “empezar a trabajar” para ofrecer una salida a la problemática del deslinde. Sin embargo, los vecinos de Moaña ven su compromiso con escepticismo y considerar que la única solución posible es la aprobación no de ley que desafecte los terrenos en los que se edificó legalmente antes de 1988.

El encuentro de los afectados con la ministra de Medio Ambiente e Medio Rural y Marino se produjo ayer de forma imprevista. El presidente del Gobierno, Jose Luís Rodríguez Zapatero y Espinosa visitaron Pontevedra para cerrar el congreso socialista en el que se elegía al nuevo líder del partido. Sin embargo, la jornada se torció para los políticos al encontrarse a las puertas del Centro Social Caixanova con una multitudinaria manifestación, en la que participaron medio centenar de moañeses. Junto a vecinos de Marín, A Illa y Bueu exigían que se reconozciese la legalidad de sus propiedades. Todo, unos días después de que el Ejecutivo recurriese judicialmente la Lei de Vivenda de la Xunta, que las autoriza.

El alcalde de Marín, Francisco Veiga, medió ante sus compañeros de partido desde primera hora de la mañana para lograr que Espinosa y el nuevo secretario xeral del PSdG, Manuel Vázquez, accediesen a entrevistarse con los vecinos. Finalmente, según el secretario del colectivo de Moaña, Pedro Delgado, la ministra los recibió “de mala gana”, puede que presionada por “no empañar” la visita del presidente del Gobierno. El representante de los vecinos de Marín, Enrique Méndez, expuso el problema y las exigencias de los afectados durante más de una hora y, al finalizar, Espinosa garantizó que empezará a analizar en cuestión de días “cómo completar este rompecabezas”, cuyo origen se vincula a un “error” administrativo del año 1977. Pese a todo, tampoco dio muestras claras de que todo se llegaría a arreglar.

El resultado del encuentro únicamente se considera como “una nueva puerta abierta”, poco más. El portavoz advierte que los vecinos estarán “vigilantes” y que si no se convoca esa reunión para la primera semana de mayo las protestas serán, a partir de ahora, “más contundentes”.

La de ayer fue una manifestación improvisada, y a pesar de ser amenazados con que la Policía los iba a disolver, algunos permanecieron esperando la entrada de Zapatero, que lo hizo por una puerta secundaria. Finalmente, volvieron a sus casas con la impresión de que “son todo palabras” y quieren que las propuestas sean en papel, “sino no valen”, concluyó Delgado.

Con esperanzas en el nuevo gobierno de Feijóo

El secretario de los afectados de Moaña, Pedro Delgado, manifestó ayer su confianza en que con el cambio de gobierno autonómico, los trámites para solucionar la problemática del deslinde de Costas puedan agilizarse. Considera como “paso fundamental” aprobar la proposición no de ley que presentó en noviembre el Partido Popular en el Parlamento. Planteaba la posibilidad de desafectar aquellas viviendas edificadas legalmente antes de 1988. Sin embargo, la iniciativa fue desestimada al votar en contra los miembros del BNG y PSOE. Ahora, con la mayoría absoluta del PP, el colectivo confía en que pueda aprobarse y llegar hasta el Ejecutivo en Madrid. Delgado asegura que el portavoz del partido en Moaña y diputado parlamentario, José Fervenza, se comprometió a volver a llevarlo a votación, y les comunicó incluso que “ya lo había hablado con Feijóo”.

El objetivo es que, una vez aprobada, la proposición no de ley llegue a Madrid, donde, según explica, “habrá más afectados que nos comprendan”. Delgado es consciente de que puede no significar una solución definitiva, pero considera que “por lo menos contamos con el apoyo del Partido Popular”.