La Guardia Civil se incautó en la madrugada del martes en Bueu de casi 600 kilogramos de pescado que no se ajustaba a la talla reglamentaria. En concreto, se inmovilizaron 580 kilos de carioca y que según las comprobaciones de la Benemérita tenían un tamaño inferior a los 27 centímetros que marca la legislación vigente. La mercancía se hallaba en la parte trasera de una furgoneta Opel Vivaro y distribuida en 32 cajas. Según las fuentes consultadas, las cariocas podrían proceder de un barco de arrastre de Bueu y el propietario del vehículo sería un comercializador de Vigo.

La operación fue llevada a cabo por agentes de la Patrulla Fiscal Territorial de la Guardia Civil, con base en Marín, dentro de un marco de actuaciones sobre la ordenación del sector y comercialización de productos pesqueros. Los agentes interceptaron el vehículo alrededor de las 2.30 horas de la madrugada y según los detalles aportados estaba muy cerca del puerto pesquero de la localidad. En el registro del automóvil se descubrieron las cajas de carioca de talla inferior a la reglamentaria, con lo que se procedió a inmovilizar la mercancía y la propia furgoneta. Esta incautación es de gran relevancia y llama la atención la gran cantidad intervenida de una sola vez.

Denuncia a la Xunta

Al mismo tiempo, se formuló la correspondiente denuncia ante la nueva Consellería do Mar de la Xunta de Galicia porque los hechos constituyen una infracción tipificada en la Ley 8/2004, de 30 de julio, sobre protección, control de infracciones y sanciones en materia marítimo pesquera de Galicia. El departamento autonómico se hizo cargo del pescado intervenido con el objeto de repartirlo por varios centros benéficos de la provincia.

Ésta no es la primera ocasión en la que la Guardia Civil interviene en una acción de estas características en Bueu. Hace tres años los agentes ya interceptaron otra furgoneta que circulaba por la localidad y en su interior hallaron algo más de 210 kilogramos de pescado. Al igual que en esta ocasión, se trataba de carioca con un tamaño inferior al que permite la legislación.

La Guardia Civil y el Servizo de Gardacostas suelen realizar operaciones de estas características para poner freno a la actuación de los furtivos o para impedir la comercialización de especies que se encuentran en periodo de veda.