Flores y versos para la memoria y contra la intolerancia. La Asociación de Amigos de Johán Carballeira rindió ayer homenaje al ex alcalde buenense y, por extensión, a todos los represaliados del municipio. Ésa fue la fórmula que ayer escogió la Asociación de Amigos de Johán Carballeira para rendir homenaje al ex alcalde de la villa y, por extensión, a todos los represaliados del municipio. “Queriamos que fose un acto aberto, non só para Johán Carballeira senón para o resto de represaliados, para os familiares que foron desprezados ou para as mulleres que foron humilladas”, manifestó el presidente del colectivo, Manuel Mosteiro.

A los sones de varias piezas tocadas por gaiteiros y tamborileros se dieron cita decenas de personas alrededor del monumento a Johán Carballeira, que, diez años después de haber sido erigido, estrenaba placa y contaba con un entorno adecentado. Allí estaba buena parte del grupo de gobierno, con el regidor Félix Juncal a la cabeza. También el poeta Xosé María Álvarez Cáccamo, que fue el encargado de tomar la palabra para manifestar que “no ha existido reconciliación sino una enorme losa de silencio” y, a continuación, leer una poesía titulada “Crónica do espanto. Galiza 1936” en la que se hacía un breve repaso a esas fechas oscuras del pasado reciente español.

Luego fue el momento de la ofrenda floral, a cargo de sendos hijos de represaliados. Manuel López (hijo de José de la Torre) y Carmen Chapela (hija de uno de los canteros de A Portela), ésta con lágrimas en los ojos, depositaron el ramo en el monumento entre los aplausos de los presentes. “Está ben recordalo despois de tanto tempo. A maior pena que teño é non ter unha foto do meu pai”, señaló posteriormente. El cierre del acto fue la interpretación del Himno de la República, encadenado con el Himno Galego, que cantaron la mayoría de las personas que asistieron al homenaje.