La Semana Santa arrastra a los municipios morracenses, y especialmente a Cangas, la primera oleada de visitantes del año, a la que la Guardia Civil y Policía Local dan respuesta activando sendos dispositivos de seguridad ciudadana y control vial en los que participan la práctica totalidad de las plantillas de ambos cuerpos. La Benemérita ya ha intensificado en los últimos días lo que denominan “controles preventivos” en las carreteras, con identificaciones de conductores y registros de vehículos, especialmente de madrugada, mientras que la Policía Local de Cangas inicia hoy una campaña de control de velocidad -en coordinación con la Dirección General de Tráfico, que aporta un coche-radar - en las principales vías de entrada y salida del municipio, con el fin de interceptar y sancionar a los conductores “que pongan en peligro la seguridad vial”, advierten sus responsables, que mantendrán los controles las 24 horas del día hasta el próximo lunes.

La Policía Local tendrá disponibles durante la Semana Santa a sus 20 efectivos, lo que no sucedía desde hace tiempo por motivo de bajas laborales u otras incidencias. De este modo se garantiza que la mayoría de los turnos de día estén cubiertos con tres o cuatro agentes, mientras que los nocturnos dispondrán de dos o tres policías. Así, quedarán agentes disponibles para el control de la velocidad en las principales arterias urbanas, con velocidad limitada a 50 kilómetros por hora, entre las que se encuentran las avenidas de Vigo, Lugo, Ourense, A Coruña y Bueu, así como el vial de Espíritu Santo y otros tramos “puntuales”, según explicó la concejala de Tráfico e Seguridade, Maise Vilas. “Son puntos conflictivos, donde se registran velocidades más altas y se pone en peligro a conductores, ocupantes y peatones”, añade la edil. Los infractores se exponen a multas de entre 100 y 600 euros, así como a la pérdida de puntos, la retirada del carné e incluso penas de prisión, en los casos más graves.

Prevenir, no recaudar

“La finalidad es prevenir, no recaudar”, expone Vilas, y por eso los responsables policiales de Cangas optaron por un vehículo radar rotulado de la Dirección General de Tráfico, y no por un coche camuflado, que sería más difícilmente detectable por los conductores. Además, los agentes dejarán un amplio margen en la programación de los velocímetros para que nadie pueda alegar dudas o afán recaudatorio. Las sanciones sólo se impondrán a quienes rebasen los 70 kilómetros por hora, 20 por encima del límite establecido, lo que también conllevará multas mayores, ya que todas las infracciones serán graves o muy graves. A partir de ahí serán “inflexibles”, especialmente con quienes conduzcan de forma “temeraria, poniendo en peligro la seguridad de las personas”.

En los dos últimos años se han producido dos muertes por atropello en el entorno urbano, ambas relativamente próximas a la rotonda de Pedra Alta: una de ellas en la salida de la Avenida de Bueu hacia Aldán (junto al cruce de acceso a Casa Simón) y otra en la Avenida de Vigo. Además, en anteriores campañas de control de velocidad llegaron a detectarse vehículo que duplicaban la velocidad máxima permitida, e incluso uno que rebasó los 120 por hora en un tramo limitado a 50, por lo que el caso fue tramitado como delito. Desde el Concello salientan la “excelente colaboración” con la DGT para utilizar los equipos de radar y de detección de casos de alcoholemia, que en Semana Santa la Policía Local de Cangas sólo tiene previsto utilizar por motivos “puntuales” y ante la evidencia de consumo excesivo de bebidas alcohólicas.

La celebración de las procesiones de Semana Santa también obligará a los agentes cangueses a cortar el tráfico en el centro urbano durante las tardes del Jueves y Viernes santos.