La ejecución de las obras del parque empresarial e industrial do Morrazo (PEIM) obligará a expropiar 855 parcelas entre Cangas y Bueu que suman alrededor de 1,5 millones de metros cuadrados (150 hectáreas). La relación de propietarios aparece en el proyecto sectorial que está en exposición pública en ambos concellos desde ayer y durante un mes. Los terrenos están delimitados por la carretera PO-315, el Corredor do Morrazo, el río Orxas, el núcleo de Menduíña y el polígono industrial de Castiñeiras, que se incluye en este ámbito.

El estudio elaborado por la consultora Idom destaca lo abrupto del terreno, que obligará a realizar movimientos de tierras que incrementarán de forma significativa los costes de la actuación. La topografía es, en su mayor parte, abrupta, y la diferencia de cotas entre la zona más elevada (el Alto de Borrallido, con 246 metros) y las más deprimidas (105 metros en las inmediaciones del núcleo de Caroseiro), provoca que en muchas zonas las pendientes superen el 15%, por lo que se propone acondicionar el terreno en varios bancos escalonados que ayuden a compensar las tierras de excavación, relleno y terraplenado. La diferencia de cotas entre los bancos adyacentes será de unos 15 metros, según la propuesta que está a exposición pública.

Los límites de la línea perímetro del suelo objeto del proyecto sectorial, que coinciden con la totalidad del área a expropiar, se han adaptado a las lindes del parcelario de la zona para evitar, en "na medida do posible", la fragmentación de parcelas y garantizar la accesibilidad a ella por parte de sus propietarios. Existen excepciones , y se ocuparán parcialmente algunas parcelas en casos donde pueda mejorarse la "operatividad" del parque sin resultarle "especialmente gravoso" a los propietarios.

Montes y regatos

Los técnicos también justifican que los límites de actuación propuestos trataron de adaptarse "o máximo posible" a los caminos, carreteras y cursos de agua existentes, que son numerosos en toda la zona. Los vecinos ya manifestaron en varias ocasiones su oposición a que los manantiales sucumban a las obras, como dicen que ya sucedió en la construcción del tramo de la vía rápida hasta Aldán . Los técnicos también afirman que se excluyen del ámbito los suelos forestales "que manteñen a súa vixencia na actualidade", y en todo caso, "cando a súa situación na zona permite o seu mantemento ao servizo da calidade ambiental dos asentamentos poboacionais inmediatos".