Dos años es el plazo estimado por el edil de Urbanismo de Cangas para aprobar definitivamente el Plan Xeral, cuyo avance presentó ayer a la prensa en vísperas de su registro oficial en el Concello y la entrega de una copia a la oposición. El esbozado ayer por Mariano Abalo es "un documento de partida, non de chegada", que fija las "liñas básicas", criterios de gestión urbanística que deben complementarse con aportaciones de los sectores implicados a través del Consello Sectorial de Urbanismo y de alegaciones durante su exposición pública. La ordenación de las áreas de Massó y Aldán -para las que se fijan criterios más proteccionistas que los reflejados en los convenios-, la construcción de hasta 10.000 viviendas en dos décadas y la ordenación del crecimiento en las tramas urbanas ya iniciadas, la protección de núcleos tradicionales, la articulación de la red viaria y la reserva de terrenos para equipamientos como el centro de salud de Aldán-O Hío (2.000 metros en Vilariño) y el de Alta Resolución (3.000 metros cuadrados en A Rúa), son algunos de los primeros datos aportados por Abalo, que insiste en que se trata de un documento que "non hai que sacralizar", con aspectos "provisionais" y puede sufrir cambios al debatirlo con los sectores implicados.

La ordenación del área de O Salgueirón es una de las que despierta mayor interés . El Avance prevé su desarrollo a través de un Plan Especial de Protección e Reforma Interior (Pepri) y contempla alrededor de 50.000 metros de zona residencial, según los datos "aproximados" ofrecidos por Abalo, que abre la puerta para "chegar a acordos", pero siempre siguiendo "parámetros de calidade" frente a los de cantidad. El ámbito a desarrollar es susceptible de convenio, pero incluiría a otros propietarios minoritarios, además de los dueños de Massó. La conservación de la fábrica y los elementos del patrimonio industrial, "en liña" con las directrices de la Dirección Xeral de Patrimonio, así como la creación de una "gran zona verde" en la zona es otro de los criterios marcados en el documento. La construcción del puerto deportivo promovido por Marina Atlántica no se contempla en las previsiones, si bien sobre este aspecto hay un proceso judicial en marcha.

En relación al desarrollo de los terrenos de Juan Lago en Aldán, el edil afirma que se establecen "altos niveis de protección" y que "o que había, non se vai facer", en referencia al convenio aprobado y luego anulado. Añade que "todo o mundo terá a oportunidade de propoñer e de edificar", aunque los grandes propietarios no tienen, en este Plan Xeral, privilegios frente a los particulares. También incidió en que la dotación de suelo industrial entre Cangas y Bueu no puede ir en detrimento de las zonas verdes y, menos dañar el patrimonio medioambiental, "como sucedeu coa vía rápida, que danou mananciais que suministraban ao río Orxas".

En alusión a la reserva de terreno para las demandas sanitarias más urgentes, Abalo asegura que la puesta a disposición del Sergas de un terreno de 2.000 metros en Vilariño para el centro de salud de Aldán-O Hío puede hacerse "a moi curto prazo", al contrario que los del Centro de Alta Resolución. Para este se reservan 3.000 metros en A Rúa, ampliables hasta 12.000, pero la Xunta los prefiere más cerca del centro urbano. La UA-5, en Altamira, es una de las alternativas que se barajan.