La banda Tirri Tarra actúo ayer a las diez y media de la noche en la Praza das Pontes, presentando su último disco "Luz Negra/Ardi Beltz", con el espectáculo más ambicioso presentado por la agrupación vasca hasta la fecha, que nació hace ya treinta y cinco años como una fanfarria. Se subieron al escenario más de ochenta personas, repartidas entre el grupo vasco, la agrupación de cuerdas Sotto Voce y la coral polifónica Lestonnac de Cangas. Todo un gran espectáculo de luces y sonido.

Tirri Tarra editó su primer disco "Re+Fa" a través del sello Elkarlanean en el año 1999, con el que la fanfarria mudó su rumbo hacia una evolución musical y estética radical: hacia un mundo de sinfonía. El siguiente paso ha sido "Luz Negra/Ardi Beltz", ocho años después de su primera referencia, tras cuatro años de duro trabajo. Las composiciones han sido creadas por el joven compositor y guitarrista de la formación Sergio Zurutuza.

La impresionante puesta en escena del conjunto, vestidos todos de negro, dejó a todos los allí presentes con escasas palabras y concentrados en la escucha de todos los largos y preciosistas desarrollos de una experimental sinfonía del siglo XXI. Se definen como un "ente libre y romántico" y no cabe duda que temas como "Sin Palabras" o "Fobia, ¿realidad o ficción?" son una buena muestra de que buscan con energía que broten a flor de piel los sentimientos del público. Al embrujo, ayudó la coral local Lestonnac, que estuvo a la altura de las circunstancias, aportando sus potentes voces para engrandecer el espectáculo aún más.

Finalmente, hay que destaca el algebraico trabajo del director musical José Ignacio Ríos, que ordenó todos los planos de la música sin problemas, con tiempo para dejarse llevar. Si él solo ya transmitía una fuerza descomunal, imagínense el resto.