Al mal tiempo, buena cara. La Bueumostra pone cada año el listón más alto y cerró ayer su novena edición tras recibir a más de 13.000 visitantes durante las cuatro jornadas del certamen, superando nuevamente el récord de asistencia. El tiempo inestable contribuyó a desviar hacia la carpa instalada en el campo de fútbol de Bueu a muchos morracenses y turistas, pero el éxito de público constata también que se trata de una cita comercial consolidada, que cada verano crece en número de expositores -en esta edición ya fueron 75, agotando el espacio disponible- y que estos valoran la feria como una propuesta idónea para promocionarse, más allá de las cifras puntuales de ventas.

"Haberá que cuantificar os resultados económicos cando pechen as portas, pero o obxectivo das empresas de darse a coñecer xa está cumprido", señaló a última hora de la tarde el presidente de Fecimo, Xosé Bangueses, que destacó la presencia de muchos visitantes llegados de Moaña, Cangas o Marín, pero también de puntos geográficos más distantes. La asistencia de tres traductores de idiomas favoreció también la comunicación con los turistas llegados de otros países. Los vendedores también se mostraron, en general, satisfechos por los resultados de la feria, en especial por los contactos con clientes que pueden consolidarse en un futuro inmediato.

La principal incógnita para la próxima edición, la décima de Bueumostra, es dónde va a celebrarse. Aunque será difícil lograrlo a corto plazo, Fecimo apuesta por levantar un pabellón estable, con capacidad para dar respuesta a la creciente demanda de expositores, y que además pueda acoger otros eventos comerciales. "A asistencia demostra que se trata dunha feira consolidada, ainda que o noso obxectivo aínda é seguir medrando", recalcó Xosé Bangueses.

La retirada del campo de fútbol deja en el aire la próxima edición

La actuación urbanística proyectada en el lugar que ocupa el campo de fútbol, que será trasladado, previsiblemente, en los próximos meses, deja en el aire la ubicación de la próxima edición de la Bueumostra. Bangueses advierte que no se puede dejar morir la gallina de los huevos de oro, y que el Concello debe implicarse a fondo para ofrecer una alternativa. Eso sí, Fecimo deja claro que debe tratarse de un lugar céntrico, accesible y con los servicios necesarios para que la feria mantenga el empuje actual.