El Salón del Cómic de Cangas se clausuró ayer con la charla- coloquio entre dos grandes, pero muy dispares autores. Por un lado, Manel Fontdevila, conocido por su trabajo en la revista "El Jueves" y que considera que "mis tebeos se explican en los bocadillos, no en los dibujos". Por el otro, Al Barrionuevo, que tiene una gran trayectoria dibujando superhéroes."Empecé por el dibujo en si, no por la lectura", declara Barrionuevo. Para moderar la charla de estas dos posturas estaba el gran Horacio Altuna, que lleva cuatro años acudiendo a la cita del cómic en Cangas. El catalán Fontdevila afirmó que lo suyo es el humor. "A mi me gusta contar cosas. Ya no es lo de dibujar por dibujar", afirmaba Manel durante el coloquio.

Fontdevila lleva dibujando de forma habitual para "El Jueves" desde 1995, llegando a ser su director durante cuatro años. Hace ahora un año, firmó el guión de la "conflictiva" portada que representaba a los Príncipes de Asturias en una actitud "impropia". Durante el debate de ayer, el catalán afirmaba que "hay unos límites. El humor también debe tenerlos. Otra cosa es que yo me limite". Fontdevila, que aseguró haberse "ablandado" con los años, explicó que"nos acusaron de ir más allá, pero el humor es un diálogo entre nosotros y los lectores y el público ya sabe lo que va a encontrar en nuestras páginas". Además, el autor de la serie semanal "La Parejita", sentenció con toda sinceridad: "Está bien ser desagradables porque esa gente se ríe de nosotros día a día".

Por su parte, el otro contertulio, Al Barrionuevo, que aunque es argentino, actualmente vive en Santiago de Compostela, explicó que "me gustaría guionizar alguna historia, pero creo que aún no tengo el nivel". El joven dibujante afirmó que se está preparando. "Cuando esté listo lo haré. Seguramente sobre la temática de ficción". En estos momentos se encuentra en un proyecto con un amigo argentino con el que pretenden comenzar a trabajar en España.

La jornada de ayer terminó con el homenaje al gran Horacio Altuna. El autor recibió una insignia de oro como reconocimiento a su trabajo. Además, otros ocho participantes también recibieron una insignia, en este caso de plata.El gran ausente fue Luis Davila, que no pudo acudir al acto. La entrega, en el Auditorio Municipal de Cangas, estuvo presidida por la alcaldesa, Clara Millán y el concejal de Xuventude, Óscar Graña que fueron los encargados de clausurar esta XII edición.