Una representación de los vecinos que integran la Comisión de Seguemento de la Subestación de Moaña acaban de visitar una instalación de similar, situada en Sigüeiro (cerca de Santiago) y realizaron las primeras mediciones sobre las radiaciones. Estas comprobaciones las realizaron junto a uno de los expertos más reconocidos, Raúl de la Rosa, y también sirvieron para que fijar algunos criterios básicos. El más importantes es que la instalación debe ubicarse a una distancia mínima de 500 metros, debido a la peligrosidad de sus componentes.

Estas conclusiones se hallan dentro del informe elaborado por De la Rosa y que fue encargado por el Concello de Moaña El técnico subraya el riesgo de explosiones y de incendios. En concreto, apunta que en el interior de este tipo de subestaciones hay aceites aislantes, material inflamable, resinas... y existen claros riesgos de explosión, incendio o de emanaciones tóxicas.

Ésta no es la única de las advertencias que realiza Raúl de la Rosa, ya que también se refiere a los posibles efectos de los campos electromagnéticos sobre las personas. En el documento asegura que "existe una controversia científica real, que no garantiza la inocuidad de los efectos de la subestación eléctrica en el actual emplazamiento previsto por Fenosa". Añaden que existe "una base científica suficiente" como para aplicar un principio de precaución, basado en estudios epidemiológicos que relacionan la exposición residencial a los campos electromagnéticos, especialmente a la leucemia infantil".

Raúl de la Rosa también recuerda que existen numerosos informes y publicaciones que vinculan las subestaciones y las líneas eléctricas con incidencias de todo tipo sobre la población: tumores o linfomas malignos, distintos tipos de cáncer, aborto espontáneo, esclerosis, alzheimer, problemas cardíacos, así como interferencias sobre dispositivos médicos (desfibriladores, marcapasos, prótesis...). Esto es así porque las instalaciones "generarán campos electromagnéticos de extremada baja frecuencia que afectarán, en mayor o menor medida, a una amplia zona en sus inmediaciones".

De estos argumentos, se extrae su recomendación de alejar lo más posible la instalación de las zonas habitadas, un criterio que sirve para descartar de manera categórica la alternativa planteada por Fenosa, el entorno de Trigás. Por ello, recomienda al Concello que no permita su ubicación "más que en los emplazamientos más rigurosos".

En el caso de las líneas eléctricas, la distancia que se recomienda es de unos 66 metros, aunque puede depender en función de la carga. Vecinos y técnico estuvieron realizando mediciones en líneas de Abelendo y Meira, así como en transformadores de Reibón, Abelendo y San Martiño. También se midieron las antenas de telefonía de As Barxas y Tirán.